Compartí esta nota
Sacar mesas para aumentar el espacio entre los comensales, extremar las medidas higiénicas y controlar la salud de los trabajadores son algunas de las medidas que ha tenido que adoptar la industria gastronómica, al igual que otras, para dar seguridad a sus clientes y reducir la crisis por el coronavirus. Sin embargo, desde que se dictó el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la mayoría de los locales cerraron sus puertas y otros se volcaron a entregar la comida a domicilio.
El sector de la gastronomía fue uno de los primeros en notar el impacto de la pandemia. Durante la cuarentena, sólo aquellos bares o restaurantes que tienen delivery siguen en funcionamiento. El resto sigue cerrado desde que el Gobierno de Alberto Fernández decretó el aislamiento obligatorio hace casi un mes. La vuelta a la actividad llegará lentamente, con meses de depresión en el consumo, una vez que el confinamiento termine, aunque la fecha de apertura implicaría diversos factores.
Ante la crítica y extraordinaria situación que estamos viviendo, muchos cocineros se volcaron a las redes para entretener a sus seguidores, además de pedirles que se queden en casa y cumplan la cuarentena para evitar la propagación del brote de covid-19. Como en el caso de Narda Lepes, entre otros, quien ha estado muy activa en Instagram realizando transmisiones en vivo ayudando a la gente a cocinar con lo que tienen en sus casas.
Christian Petersen, reconocido chef y jurado del reality El Gran Premio de la Cocina, conducido por Carina Zampini en El Trece, decidió hacer algo más, y decidió poner al servicio sus restaurantes para alimentar a personas en situación de vulnerabilidad.
"No podemos quedarnos cruzados de brazos cuando hay gente que la está pasando mucho peor"
En diálogo con Cucinare TV, Petersen explicó: “El otro día volviendo de eltrece, me paró una familia en el semáforo, gente que quería comer. Me sentí mal y les di toda la comida que llevaba. Es un momento extremadamente complicado. Me parece muy bien lo que hacen algunos colegas en sus redes sociales, pero la verdad es que estoy angustiado y, a pesar de que me lo sugirieron, no puedo subir recetas. Es un momento muy duro: hay proveedores que no van a cobrar, gente que va a perder sus trabajos, fiestas que no se van a hacer… Y, si bien comercialmente es un mal momento para mí y el grupo, no podemos quedarnos cruzados de brazos cuando hay gente que la está pasando mucho peor. Por eso decidimos ayudar a los que más lo necesitan“.
Consultado sobre las iniciativas que está llevando a cabo, el chef y empresario señaló que en la parrilla Hermanos (gestionada por los hermanos Petersen) en Tigre ofrecen comida a los chicos de la Fundación Sí, la ONG liderada por Manuel Lozano. Por otra parte, contó que con la UADE (Universidad Argentina de la Empresa), poseen la concesión del comedor de los estudiantes, le proveen comida a mujeres en situación de abandono, "algunas golpeadas, que van a buscar refugio al convento de Santo Domingo".
"La tercera iniciativa la llevo adelante junto con Juan Carr. Desde nuestras instalaciones de Palermo colaboramos con la CETEP, una organización que le da de comer a personas en situación de calle; la verdad es que hacen un gran trabajo", agregó.
Por último, al preguntarle si otras personas lo están ayudando, dijo: "Por suerte cuento con la colaboración de nuestros empleados, que también son solidarios en este esfuerzo; y hace pocos días se sumaron Salvaje Bakery, que nos están proveyendo el pan, Sueño Verde, de Agustín Benito, que nos aporta hortalizas, y el Frigorífico Los Prados, que hace lo suyo con la carne. En una segunda etapa tendré que llamar a los clientes y proveedores que, por supuesto están afectados por la situación, para ver si también pueden dar una mano. Pero es un momento en el que uno está obligado a pensar en los que están peor", concluyó con un claro mensaje de unión.
L.M