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Por primera vez en Argentina, tres plataformas streaming compiten para adueñarse del público nacional amante de las series y películas. Al tanque Netflix, quien aterrizó en los últimos años, se sumó HBO GO, el formato online de la señal más prestigiosa del cable, y el flamante desembarco de Amazon, el gigante mundial de ventas por internet de billetera infinita que cuenta con el sistema Amazon Video donde exhibe, en menor cantidad de producciones, sus éxitos propios.
El servicio on demand de Amazon nació en 2013 y a través de Amazon Studios produce contenidos para televisión que estrena en su servicio Amazon Video. La particularidad del método es que sus clientes pueden participar con opiniones, votaciones de los pilotos que se presentan a concurso, y también aportando ideas al guión o estética de una historia o personaje, algo de lo que Netflix y HBO GO carecen. “Para cada piloto tenemos muchas métricas diferentes que miramos, es una mezcla de arte y ciencia. La retroalimentación de los clientes es una gran parte de eso; nos fijamos en las calificaciones y las revisiones que los pilotos están recibiendo, junto con otros factores. Estamos muy contentos con nuestro proceso de pilotos, nos permite ser aventureros con lo que queremos explorar de manera creativa”, responde en exclusiva a PERFIL Kristy Baker, de The Outcast Agency, la firma encargada de la comunicación y marketing de las series de Amazon.
Amazon Video seduce por el bajísimo costo: US$ 2,50. Dentro del menú, aparecen títulos de calidad: la jugada Transparent, ganadora del Globo de Oro, Mozart in the Jungle protagonizada por Gael García Bernal que acumula dos temporadas (aquí la emitió FOX), el policial Bosch, y las más recientes creaciones que estarán disponibles en un futuro cercano: Goliath, con Billy Bob Thornton (quien el domingo pasado ganó el Globo de Oro por este trabajo), y la serie de Woody Allen, Crisis in six scenes. Los CEO de la empresa convencieron al genial director y le dijeron: “Sr. Allen, escriba y haga lo que quiera”. El neoyorquino escribió, dirigió y protagonizó seis capítulos de poco más de veinte minutos cada uno, donde Miley Cyrus sorprende con su actuación. “Nos atraen los creadores que son contadores de historias apasionantes, que están haciendo cosas de manera diferente y que tienen algo que decir: queremos grandes historias con nuevas voces convincentes, personajes que no se puedan encontrar en ningún otro lugar, series y películas que tienen el potencial para convierse en éxitos”, agrega Baker.
Segundo en costo, HBO GO cuesta unos US$ 9,55. El servicio comenzó a funcionar en noviembre en más de 400 localidades del país con banda ancha. Para poder contratarlo existen dos vías posibles: abonando un paquete HBO de los canales premium de Cablevisión y DirecTV, que mediante un usuario y contraseña permite utilizar HBO GO en internet sin disponer de la señal del cable –aunque pagándola, claro–. Si no, la manera directa mediante Colsecor PLAY, integrada por pymes y cooperativas del país, a los que no hay que pagarles abono extra y entonces sí funciona como Netflix y Amazon Video. “HBO GO ya se encuentra en veinte provincias. Este fue el primer paso para lanzar esta nueva modalidad de suscripción en el país, que permite a usuarios de banda ancha acceder a los contenidos exclusivos sin necesidad de que estén abonados a un servicio de TV paga. Hacia el futuro, seguiremos expandiendo en nuevas ciudades”, afirman desde marketing de HBO. Optimistas, aventuran un crecimiento exponencial: “HBO GO tiene mucho potencial de crecimiento en el mercado y está en línea con las proyecciones iniciales”, agregaron.
A diferencia de Amazon y Netflix, HBO prioriza ser productor. La Cenicienta de la señal hoy es Game of Thrones, la serie de fantasía épica más vista del mundo y la más descargada –en forma pirata– del 2016. Pero sólo le quedan dos temporadas (en junio estrenará la séptima) y en el horizonte no hay herederos a la vista. Tras el fracaso de Vinyl y la segunda temporada de True Detective, Westworld y The Night Of le devolvieron cierto prestigio e ideas originales atractivas a la señal, con actuaciones orbitales de Anthony Hopkins y John Turturro. Este año sumaron también lo nuevo de Sarah Jessica Parker: Divorce. Para aquellos que todavía no vieron Los Soprano, aquel primer gran éxito de la señal, que modificó la historia de las ficciones en la pantalla chica, la encontrarán entera en la web.
Con una tarifa de US$ 9,9, Netflix ofrece gran cantidad de películas, series originales y coproducciones, más otros títulos comprados que suben o bajan de su menú con cierta aleatoreidad. El primer éxito de la empresa americana fue House of Cards (no confundirse: Breaking Bad, aunque previa, pertenece a la señal de cable AMC), la serie política con Kevin Spacey, mientras que el año pasado dio otro salto de calidad con Stranger Things, aquella televisión y estética de los 80 que estaba guardada en un cajón, encabezada por una Winona Ryder con su carrera resucitada gracias a este papel. Sense8 es otro de los fenómenos de la plataforma, junto con el éxito ya comprobado de Orange Is The New Black. “Los argentinos se enganchan con una serie en promedio en el episodio tres”, reza un comunicado de la compañía. “Internet nos permite compartir esas historias con una audiencia global, y lo que vemos en los datos es que nuestros suscriptores tienen formas muy parecidas de ver contenidos y de reaccionar a ellos”, explicó Cindy Holland, vicepresidenta de Contenidos Originales de Netflix. “Los resultados de este análisis confirman que en todo el mundo existe un deseo por contenidos originales y exclusivos, por eso nos entusiasma ofrecer variedad de historias a nuestros miembros, desde dramas políticos franceses a series musicales del Bronx”.
Por primera vez, los argentinos pueden elegir entre tres empresas de streaming. Con la salvedad de que no son excluyentes entre sí, y aún pagando por los tres servicios cada mes estará siendo más barato que el abono del cable, probable futura víctima de esta guerra de gigantes que traen al presente el futuro.
Por Gustavo Mendez. | Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil.