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La legendaria actriz francesa Brigitte Bardot, icono del cine, la música y defensora de la causa animal, murió a los 91 años, tras décadas alejada del estrellato, anunció este domingo la fundación que lleva su nombre.
La protagonista de "Y Dios creó a la mujer" y "El desprecio" rodó medio centenar de películas, impuso un estilo de vestir simple y sensual, y forjó la leyenda de Saint-Tropez, en Francia, y de Buzios, en Brasil.
"La Fundación Brigitte Bardot anuncia con inmensa tristeza el fallecimiento de su fundadora y presidenta, la señora Brigitte Bardot, actriz y cantante mundialmente reconocida, que decidió abandonar su prestigiosa carrera para dedicar su vida y su energía a la defensa de los animales y a su Fundación", indicó un comunicado remitido a la AFP, sin precisar el día ni el lugar del fallecimiento.
A mediados de los 1970, decidió abandonar el cine y dedicarse a otro combate, el de la defensa de los animales. En 1986, creó la Fundación Brigitte Bardot con ese propósito.
En los últimos años, la actriz que encarnó la liberación de las tradiciones en la Francia de los años 1950 causó controversia con sus declaraciones sobre política, migración o el mundo de la caza. Algunas le valieron condenas por difamación. "La libertad es ser uno mismo, incluso cuando incomoda", escribió en el epílogo de un libro titulado "Mon BBcédaire", publicado en Francia en octubre.
Antes de que se hablara de sus posiciones políticas o sociales, B.B., por sus iniciales, era simplemente un mito: la de una mujer liberada de la moral, de la forma de vestir, del amor, de los códigos sexuales.
"Brigitte Bardot, Bardot/Brigitte besó, besó/y dentro del cine/todo el mundo enloqueció" cantaba el brasileño Jorge Veiga en los años 1960, una composición a ritmo de samba testigo de la fascinación planetaria por esta mujer de mirada insolente.
Era una mujer que "no necesita a nadie", como ella misma cantaba en el título compuesto por Serge Gainsbourg en 1967.
Muchos consideraron a Bardot como una Marilyn Monroe "à la française", también rubia y de una belleza impresionante, perseguida por los paparazzi día y noche, y con una tumultuosa vida privada. Ambas se habían conocido en 1956, cuando la joven francesa empezaba en el mundo del cine. Pero la intérprete de "¡Viva María!" no quiso seguir la estela de Monroe. A mediados de los años 1970, antes de cumplir 40, y tras medio centenar de películas, tomó la decisión fulminante de abandonar el mundo del celuloide.
Dos escenas habían ya pasado a la historia del cine: un mambo febril (e improvisado) en un restaurante de Saint-Tropez ("Y Dios creó a la mujer") y un monólogo, pronunciado desnuda, donde enumera las partes de su anatomía ("El desprecio").
Películas nuevas y antiguas de Bardot, como "Mam'zelle Pigalle", "Please! Mr. Balzac" y "The Girl in the Bikini" (de 1952), llegaron a las costas estadounidenses, consolidando a Bardot como una diosa del sexo. En Francia, alcanzó lo más alto de la taquilla con películas como “The Bride Is Much Too Beautiful", "La Parisienne", que sacó a relucir su lado más alegre, "The Night Heaven Fell", "The Woman and the Puppet" y "In Case of Emergency".
Bardot, que ya era la actriz mejor pagada del país, intentó demostrar aún más su talento como actriz en "Babette Goes to War", en el papel de una miembro de la Resistencia francesa; “A Very Private Affair”, de Louis Malle, y “La Verite”, de Henri-Georges Clouzot, en 1960. Continuó trabajando para Vadim durante este periodo, mucho después de que él pasara a trabajar con otras actrices y ella se casara con su segundo marido, el actor Jacques Charrier.
Desde muy temprana edad demostró su talento como bailarina, estudió ballet y asistió a la escuela privada Hattemer y luego al Conservatorio de París. A los 15 años, por recomendación de un amigo, posó como modelo para la portada de la revista Elle, donde la vio el director Marc Allegret, que buscaba una nueva cara para su película "Les Lauriers sont coupés".
Nada predestinaba a la joven Brigitte a esa fama: nacida en el seno de una familia burguesa en 1934, era una apasionada de la danza y probó suerte en el modelaje. Se casó con su primer amor, Roger Vadim, quien le confió el papel de Juliette en "Y Dios creó a la mujer", con la que se inició la leyenda de sex symbol.
Tras el éxito del filme, Bardot no paró de rodar, desatando pasiones. En 1960, en el apogeo de su gloria, dio a luz a un niño, Nicolas, su único hijo, bajo la mirada inquisitiva de la prensa. Una experiencia traumática. Bardot dijo que le faltaba instinto maternal y dejó la crianza del niño en manos de su nuevo esposo, Jacques Charrier.
Después de Vadim y Charrier, se casó con el playboy y millonario alemán Gunter Sachs y luego con el industrial Bernard d'Ormale, cercano al Frente Nacional (ultraderecha).
Entró entonces en escena otra Brigitte Bardot, dedicada a la causa animal. El momento clave se produjo durante el rodaje de la que fue su última película, "L'histoire très bonne et très joyeuse de Colinot Trousse-Chemise", en 1973. En el rodaje había una cabra, y para evitar que acabara transformada en plato de comida, Bardot la compró y la instaló en su habitación de hotel. Rápidamente se convirtió en defensora de animales salvajes y domésticos.
Hizo campaña contra la tauromaquia, popular en el sur de Francia, contra la caza de elefantes, exigió que los franceses cesaran de comer carne de caballo.
En 1977, para alertar sobre la caza cruel de las crías de foca, viajó a Terranova. La campaña casi acabó en desastre y la experiencia le dejó un amargo recuerdo. En esa época, pasaba su tiempo entre su casa de "La Madrague", en Saint-Tropez, y otra residencia más discreta, "La Garrigue", también en el sur, donde se dedicaba a recoger animales en peligro y gestionaba su fundación, creada en 1986.
En una entrevista en mayo a la cadena francesa BFMTV, confesó que anhelaba "la paz, la naturaleza", y que vivía como "una granjera" con sus animales, y sin "móvil ni ordenador".
Las dos últimas películas de Bardot, ambas rodadas en 1973, fueron “The Edifying and Joyous Story of Colinot”, de Nina Companeez, y la triste “Ms. Don Juan", otro pálido intento de Vadim de explotar su sexualidad. Esta última se estrenó en Estados Unidos en 1976