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Alberto Ferriols fue el protagonista de una de las separaciones más escandalosas de la farándula, y hoy, mucho tiempo después de la polémica cámara oculta en la que se lo vio negociando encuentros sexuales a cambio de sus servicios como cirujano plástico, los conflictos legales por dinero con su ex esposa, Beatriz Salomón, y el trágico fallecimiento de esta a raíz de un cáncer durante el mes pasado, parece haber encontrado la paz en el interior de su hogar junto con sus dos hijas, Noelia y Bettina.
El médico sufrió en silencio la muerte de la vedette, no quiso dar declaraciones ante los medios, de los cuales permanece alejado desde hace tiempo, y solo publicó un contundente mensaje dedicado a quienes se comunicaron con él por la pérdida días después en Facebook.
No obstante, a través de Instagram, Ferriols siempre mostró su labor como cirujano y los servicios de su consultorio que se encuentra ubicado en el barrio de Recoleta, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero sorprendió al compartir parte de la intimidad de su hogar y detalles de cómo es actualmente la vida de sus hijas con él.
En una foto donde se lo ve sonriendo, el ex marido de Salomón no escondió su emoción por poder compartir una comida muy especial con ellas, ya que fueron Bettina y Noelia quienes se encararon de preparar todo.
“Hoy nos cocinan mis hijas. ¡Una caricia directa a mi corazón!”, escribió el cirujano plástico que años antes del fallecimiento de su ex esposa, pudo recomponer la relación con ella y sus hijas y mantener un buen vínculo tras varios años de problemas legales y reclamos de dinero por parte de la actriz.
Cuando Beatriz falleció, Ana Rosenfeld, su abogada, explicó que recibió videos grabados por su representada en los que indica sus últimos deseos e instrucciones sobre la tenencia de Noelia y Bettina. La letrada explicó que ellas no viven con Ferriols, sino con Bianca, la empleada doméstica de su madre que ayudó en su crianza, pero se comunican con él día tras día, además de ser la manutención económica correspondiente. “Los fines de semana se van con el padre, que es el tutor. Él siempre cubrió la educación y la prepaga, y hace un par de meses acordamos la cuota alimentaria”, indicó Rosenfeld semanas atrás en Hay que ver (El Nueve).
L.L.
