jueves 28 de marzo del 2024
DESTACADA 13-10-2016 00:08

Así está María Valenzuela hoy

Primeras imágenes de la actriz junto a su hija, Malena, quien la acompaña en su terapia de recuperación. Hace casi dos meses fue internada en un Centro de Salud Mental. Galería de fotosGalería de fotos

La revista Caras mostró las primeras imágenes de María Valenzuela junto a su hija, Malena, quien la acompaña en su terapia de recuperación. Hace casi dos meses fue internada en un Centro de Salud Mental.

Luego de que en agosto falleciera Gaspar, su mejor amigo, María Valenzuela ingresó en una profunda depresión, dejó de comer por 10 días, y llegó a pesar 39 kilos. En ese contexto, la actriz decidió internarse.

“Tiene una fuerza que la hace resurgir de las cenizas en cada problema que enfrenta en su vida”, asegura uno de sus incondicionales amigos al semanario.

Puntualmente, a las 8 de la mañana María se levanta y, obligadamente, se tiene que vestir para subir a desayunar al comedor de la clínica junto al resto de los pacientes allí internados. Al terminar su café con tostadas o dulces, puede salir al patio a fumar su primer cigarrillo del día. Luego debe cumplir con la rutina de clases, charlas y ejercicios. Más tarde pinta, hace mandalas, conversa con sus compañeros y hasta tiene su tiempo de juegos, como el Burako.

Todos los días tienen su horario de visitas autorizadas (sus hijos con sus parejas y un amigo, el productor Fabrizio Zabala) y una hora para salir a caminar y hasta tomar un café en un barcito de los alrededores.

“Ahora se está alimentando bien y eso le permitió recuperar un poco de peso. Porque en un momento daba miedo verla; era un cadáver. Incluso en una de sus salidas se animó a ir a Llongueras para arreglarse un poco el cabello y estaba feliz…”, confiesan en su entorno.

Luego de cada almuerzo, en la clínica la invitan a relajarse en una corta siesta que antecede una nueva charla y reunión con el psicólogo que le realiza una evaluación diaria. La actriz no puede recibir llamadas telefónicas ni tiene un celular.

“Cuando llegó era como una nena a quien hay que tratarle todos los miedos y ayudarla a superar esos temores. Hoy ya se ve una positiva evolución. Fundamentalmente aumentó su peso, toma su medicamento y, hasta se está evaluando la posibilidad de ver si puede salir un fin de semana para que lo pase en la casa de alguno de sus hijos… De continuar así con el tratamiento, podría recibir el alta para mediados de noviembre y ya arrancar a trabajar. Porque, paradójicamente, ya tiene varias propuestas teatrales, como la obra “Acorraladas”. Y necesita volver al trabajo, no sólo por una cuestión mental sino también por un tema económico. Si un actor no trabaja se frustra y se deprime”, concluye su amigo.

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