Pablo Echarri: "Hoy cuidar a mi familia es opinar, no callarme la boca"

Antes del final de "La Leona", Pablo Echarri dijo que “mirando atrás, el resultado artístico fue fantástico”. Por otro lado, habló de la importancia de expresar las ideas políticas.

A horas del último capítulo de La Leona, el productor y protagonista de la ficción de Telefe expresó: "Siento un poco de melancolía. Sobre todo porque en este caso fue diferente. Antes salía a la par de grabar y era más intenso. Acá ya pasó un tiempo largo y todo el fragor de la lucha está lejos".

"Ayer estaba más indiferente, hoy estoy más melancólico", remarcó en diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad, en una entrevista con Moskita Muerta y Nilda Sarli.

"El minuto a minuto es el enemigo declarado en la ficción. Es injusto a la hora de contar una historia", acotó.

Por otro lado, Echarri afirmó que “ya no se puede producir más televisión en Argentina”, ya que “se necesita una legislación para poder convertirla en industria”.

“Una legislación como existe en México, Colombia, Francia, España, Brasil y Perú, con marcos regulatorios para generar cuotas de pantalla, protección del trabajo nacional e incentivos fiscales para las grandes productoras”, manifestó.

El actor aseguró que “La Leona es un producto que nunca intentó ser masivo”, ya que “los personajes iban en forma contra cíclica y tenía una temática, un abordaje que era lógico que esa audiencia iba a ser limitada”.

Pese a eso, celebró que “el resultado artístico fue fantástico”.

En otro orden de ideas, Echarri aseguró que se siente “parte de un colectivo crítico que ayuda a la gente a sintetizar una idea” y destacó la importancia de expresar las ideas políticas.

“Hemos vivido en años de dictadura que pensar opuesto a la ideología reinante provocaba la muerte. Tengo una obligación por mis hijos de no dejar de opinar porque sería retroceder”, sostuvo.

“Hoy cuidar a mi familia es opinar, no es callarme la boca para tratar de que todos me quieran”, afirmó.

Y resaltó que “si hablara menos sería más cómodo para mí, pero no es ‘comodidad’ la palabra que más me representa en este momento”.

“Prefiero la convulsión de la opinión a la paz que se desprende del silencio, me representa mucho más. De cara a mis hijos siento estar dándoles un valor”, concluyó.