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La reciente denuncia conta el chef Pablo Massey por acoso sexual abrió el debate sobre el machismo y el abuso en el ambiente gastronómico. Narda Lepes volvió a referirse al tema y recordó las experiencias que vivió en carne propia.
Tras la denuncia de Trinidad Benedetti al chef Pablo Massey por abuso y acoso en uno de sus restaurantes, donde ambos compartieron espacio laboral, la cocinera remarcó la importancia de una organización de mujeres del mundo de la gastronomía para generar redes de contención y orientación para evitar estos casos de violencia de género.
"A mi me pasó mil veces que me tocaron y en ese momento me traumatizaron, y lo que es importante es el impacto que tiene en la persona lo que pasó”, indicó Narda Lepes en diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad.
"Me pasó que me tocaron el culo mil veces, pasa mucho eso, que te apoyan, te encierran en la cámara. Y todo lo empeora cuando no te escuchan, no te creen, se lleva el crédito de tu idea otro. Esas cosas pasan mucho. Y es una forma de que las mujeres no sean tomadas en cuenta para los cargos de más responsabilidad y hay mucho para hacer en ese sentido”, resaltó la cocinera al referirse a los casos de acoso y maltrato en el ámbito gastronómico.
Asimismo, Lepes recordó que en los inicios de su carrera se vislumbraban las desigualdades de género en situaciones que eran naturalizadas: “Otra cosa que me pasaba a mí era que por ahí me decían ‘Narda es un pibe más’, y yo era chica quizás y me parecía copado y creía que era parte del club, pero no estaba bueno, porque evidentemente ser mujer es una excepción para pertenecer a esos lugares”.
De esta forma puntualizó sobre el caso de Trinidad Benedetti, quien relató en un posteo de Instagram una situación de acoso sexual que vivió hace cuatro años cuando trabajó en el restaurante La Panadería de Pablo, en Olivos, donde durante una jornada de trabajo, Massey la manoseó con la "complicidad" del resto de los empleados. “Hay que plantear una serie de normas para que los equipos de trabajo estén advertidos y una mujer que sufre este tipo de situaciones no tenga que terminar yéndose de donde trabaja, lo importante es no llegar a ese punto”, advirtió Lepes durante el ciclo radial Agarrate Catalina.
Y subrayó que “queremos darle herramientas a los establecimientos gastronómicos para que nadie tenga que pasar por estas cosas, queremos que haya herramientas para evitarlas, no para tener que arreglar los daños”, sentenció
Para cerrar explicó que "por ejemplo, los planos de comedor se arman y en la cocina la distancia que hay entre la cocina y la heladera hacen que sean espacios acotados que permitan que se puedan rozar o apretar, o apoyar”. “No es que no se puede hacer chistes, pero los chistes no pueden ser a costas de la incomodidad. Todo toma otro color cuando aparece el miedo, eso es lo que es realmente inaceptable”, finalizó.
En febrero, luego de trascender la denuncia contra Massey, Narda se solidarizó con la cocinera pastelera y sentenció en su red: "Muchas pasamos por situaciones incómodas en algún trabajo, algunas más graves y violentas que otras. Es necesario -y urgente -crear un sistema de comunicación claro en las cocinas y restaurantes que establezca límites y vías seguras, para poder contar lo que nos pasa. Si sos gastronómico ayuda a tus compañeras, porque el silencio también es cómplice".
Felicitas Pizarro habló de su mala experiencia laboral
A principios de febrero, Felicitas Pizarro también se unió a la lista de profesionales de la cocina que hablaron del acoso y maltrato que han sufrido en sus ambientes laborales. “La cocina es un lugar donde el machismo está en ebullición”, lanzó.
La reconocida chef, que ahora está de licencia en El Gran Premio de la Cocina (El Trece) tras dar a luz a su segundo hijo, Indalecio, contó: “Tengo amigas que sus jefes le golpeaban las rodillas con una vara para que se paren más derechas, hay muchos de eso, pero ahí, siendo mujer o siendo hombre”, reconoció sobre impactantes prácticas que parecen sacadas de siglos pasado.
"Para llegar a hacer los platos principales o los fuegos, la mujer tenía que demostrar que se la iba a bancar mucho más que los hombres”, comparó, y agregó: “A la mujer le costó mucho llegar, pero gracias a las redes, la comunicación, hay muchas abanderadas, esto no va a pasar más o no debería", indicó Felicitas. “Hay cierto abuso hacia los aprendices, sean hombres o mujeres”, agregó.
"No sé si llamarlo acoso, pero sí sentir ese 'bullying' por ser mujer: en un trabajo había un parrillero que no me dejaba estar en la parrilla, yo quería acceder a eso y aprender de él y escuchaba que por detrás mío decía, ‘ésta acá no dura ni una semana’... comentarios así, y yo me iba a mi casa angustiada, pero soy muy segura, a veces también depende de cómo te plantes", detalló sin mencionar el hombre del cocinero.
L.M
