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Verónica Castro preocupó a sus fans al no saber nada de ella tras el paso del huracán Otis por Acapulco, México, donde la actriz reside. Sin embargo, fotos de "La Chaparrita" fueron publicadas al día siguiente del suceso meteorológico. Se espera que pronto la legendaria artista mexicana actualice en las redes sociales.
El sitio online de la revista mexicana TV y Novelas publicó que los fans de Verónica Castro estaban preocupados por ella debido a que no se había volcado a la redes sociales desde hace varios días. La periodista Laura Ubfal recogió el alerta y lanzó “Después del paso del huracán Otis no se sabe nada de Verónica Castro que vive en Acapulco”.
Algunos medios intentaron comunicarse con su entorno pero no tuvieron respuesta. La últimas vez que la actriz, cantante y presentadora de televisión mexicana, de 71 años de edad, dio señales de vida en redes sociales fue el 20 de octubre para anunciar el lanzamiento de La Esfinge, el flamante disco de su hijo Cristian.
Sin embargo, lo que muchos no vieron fue que algunas personas publicaron fotos con Verónica días posteriores al paso del huracán. El usuario Dayro Reyes, Fundador y Director de Solution & Strategy Consultancy, compartió una foto el 28 de octubre junto a la estrella mexicana, donde se la puede ver en lo que parece ser un aeropuerto. “Coincidir en una misma banca con la primera actriz mexicana #VerónicaCastro (@vrocastroficial quizás la actriz hispana más doblada del planeta), reflexionando sobre lo ocurrido en #Acapulco donde reside la mayor parte del tiempo, de esas coincidencias y sorpresas de la vida", escribió el joven emprendedor.
Por otro lado, el Doctor Joseph Varón, considerado uno de los mejores médicos de Estados Unidos, publicó una foto con Vero Castro el 30 de octubre, y escribió: "Siempre es un placer verte". La imagen, según dijeron, fue tomada en Houston.
Qué se sabe del huracán Otis en Acapulco
El huracán Otis, que impactó en la madrugada del pasado miércoles 25 de octubre con categoría 5, la máxima de la escala Saffir-Simpson, dejó una estela de destrucción en esa ciudad de 780.000 habitantes, que vive principalmente del turismo. Unas 274.000 viviendas y 600 hoteles resultaron afectados.
Un 80% del sector hotelero sufrió algún tipo de daño, de acuerdo con el gobierno, que el próximo miércoles anunciará un plan de reconstrucción con créditos que privilegiarán al sector comercial y al turístico, principales empleadores del puerto.
Según la consultora Enki Research, especializada en fenómenos naturales, Otis dejó daños por unos 15.000 millones de dólares. En tanto, seguía la distribución de las ayudas del gobierno, oenegés y ciudadanos, que comenzó el viernes tras la reapertura del aeropuerto y la reanudación del tráfico por carretera. Unos 6.350 militares participan en el plan de contingencia.
También llegarán 26 toneladas de alimentos, enseres, equipos de salvamento y rescate donados por el gobierno de Venezuela, anunció este lunes la cancillería de ese país. Mientras, los residentes del puerto continuaban organizándose para reparar daños y retirar escombros, en medio de quejas sobre la lentitud con que llega la asistencia.
De una simple tormenta tropical, Otis se fortaleció hasta convertirse en un destructivo huracán en solo seis horas. Tocó tierra con vientos de 270 km/h y rachas de más de 300 km/h. Luego se debilitó a medida que avanzaba hacia el interior, pero persistieron fuertes lluvias en los estados de Guerrero y Oaxaca, dos de los más empobrecidos del país.
La velocidad con la que se formó el huracán no dio tiempo a los residentes para proteger sus negocios, hogares y hoteles, ni para abastecerse.
