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Gabriela Sabatini se retiró del tenis profesional con apenas 26 años y le dio un giro a su vida: actualmente vive en Zúrich, ama el ciclismo y desde hace 36 años tiene su propia línea de perfumes.
La medallista de plata en Seúl 1988 tuvo una carrera atravesada por el éxito rotundo y se convirtió en la estrella máxima de la historia del tenis femenino.
A sus 55 años, Gabriela Sabatini disfruta de su vida alejada de los medios y los escándalos, y muestra en las redes sociales su pasión por las bicicletas.

Además, si bien dejó de lado las competencias, no se despegó del todo de la raqueta y participa de eventos especiales a menudo.
La extenista vive en Suiza, pero realiza escapadas a Miami y Buenos Aires cuando puede. "A diez metros tenés montañas y entonces es muy fácil entrenar y ponerse bien en forma. Hace unos años hice el Tour de France para aficionados. Fue agotador pero buenísimo", contó en 2019 durante una entrevista con Hola!.
La campeona del US Open en 1990 también demuestra mediante sus publicaciones en Instagram que tiene un gran sentido de la moda, y un estilo elegante y sofisticado a la hora de vestir.

Cómo surgió la línea de perfumes de Gabriela Sabatini
Más allá de su costado deportivo, Gabriela Sabatini se impuso en el mundo empresarial. Hace 36 años lanzó su primer perfume y en una reciente charla con el sitio Olympics.com reveló cómo se introdujo en este mundo.
"Los perfumes comenzaron cuando yo estaba en pleno momento de mi carrera. Yo tenía 16 años cuando empecé a trabajar con una empresa alemana que me hizo la propuesta. Y fue lindo en ese momento porque me ayudaba mucho a salirme un poco del tenis", recordó.
"Yo viajaba jugando los torneos y me enviaban los aromas para que yo los probara y decidiera, porque yo estaba involucrada en casi todo. Eso me sacaba un poquito de la presión del tenis y lo disfrutaba", se sinceró. La primera fragancia salió en 1989 y, al día de hoy, la marca que lleva su nombre continúa en el mercado.

A su vez, Gabriela Sabatini explicó la importancia para ella de desarrollarse en otras actividades por fuera del deporte: "Es una transición difícil porque el deporte ocupa tanto lugar, nos da tanto que nos da un poco de miedo de repente no tenerlo. ¿Y después qué? Pero bueno, yo pienso que está bueno también construir algo siempre. Construir algo que a una le guste. No hay que dejar de lado cualquier cosa que a una le guste porque una va a ser una persona toda la vida. El tenis es sólo un período".