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Este lunes se conocieron los resultados de la autopsia al cuerpo de Débora Pérez Volpin realizados por Cuerpo Forense semanas atrás.
Según se indicó, aún resta saber los análisis microscópicos e histopatológicos pero, a primera conclusión, se pudo determinar que la periodista murió por el mal accionar durante la endoscopia y las maniobras de reanimación.
"Si bien la congestión y el edema pulmonar son la expresión final de una falla cardíaca, la misma es la consecuencia del barotrauma generado por el neumomediastino y el neumoperitoneo, los cuales estarían en relación con las maniobras instrumentales endoscópicas practicadas en la vía digestiva, dado al hallazgo de las lesiones descriptas en esófago y estómago. Se aguardan resultados de la anatomía patológica para dar mayores detalles respecto de la existencia de perforaciones completas. Conclusión: la causa de la muerte determinada macroscópicamente ha sido congestión y edema pulmonar, neumomediastino y neumoperitoneo", asegura el informe al que accedió el diario Clarín.
Ante esto, el abogado de la familia Pérez Volpin, Diego Pirota, aseguró que “si bien el informe es parcial, ya demuestra que Débora fue lastimada durante la endoscopia y las maniobras de reanimación. Los resultados próximos no van a cambiar la situación”.
Resta conocerse los datos del análisis histopatológicos, bioquímicos y toxicológicos, que se espera para dentro de un mes.
De la primera parte de la autopsia, en el estómago de la legisladora se observó "infiltración hemorrágica", por lo que se procedió a su disección y apertura. Se vieron "múltiples efracciones (roturas) agrupadas, con la característica de ser longitudinales, lineales, paralelas entre sí (...). Cuatro de ellas miden 12 centímetros de longitud y 0,7 de ancho máximo. Cinco de ellas miden 3 centímetros y ancho de 0,9 centímetros. Toda el área está infiltrada por sangre como signo de vitalidad". Por otra parte, el esófago tenía las paredes muy debilitadas.