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Este lunes 14 de enero, la prestigiosa actriz confesó que el arte le “salvó la vida” en el reportaje de Dale la tarde, el programa que conducen Florencia Peña y Mariano Iúdica en El Trece.
Solita abrió su corazón en una entrevista intimista en la que recordó su difícil infancia y la contrastó con su buen presente: "Yo viví veranos muy turbulentos en familia en Mar del Plata de chica y pude dar vuelta la historia con mis tres nietas", dijo al celebrar que compartió con ellas la última semana. "La felicidad que no tuve la veo en mis nietos. El arte me rescató de una vida de tristeza".
A propósito de esto último, señaló que "En canal 13 crecí con los mejores y tuve valores que no aprendí en mi casa. Yo no tenía la vocación de ser actriz. Era una chica que hablaba con una papa en la boca y venía de San Isidro. A los 10 años se murió el segundo marido de mi mamá y quedamos en la ruina. Le debo mucho al canal y nunca me olvidaré de Borda. Yo empecé a los 12 años y me cuesta decir que no es bueno el trabajo infantil. A mí me salvó la vida".
Después del repaso "vintage", Silveyra se detuvo en la experiencia de haber protagonizado una ficción muy particular: "Después de Vidas Robadas, sentí la responsabilidad de acompañar a Susana (Trimarco) como lo hice hasta hoy. Hay gente que opina que los actores no deberían opinar sobre los temas porque generalmente, cuando se opina cuesta".
Pionera entre las actrices que ocuparon el lugar de los tradicionales conductores, Silveyra recordó su paso por el reality: “Cuando conduje Gran Hermano, mis compañeros actores me dieron con un caño. Hasta mi mamá postiza China Zorrilla. Le duró mucho el enojo. Mi hijo mayor, Baltazar, fue quien me convenció de aceptar conducir Gran Hermano. La primera vez que dije Adelante mis valientes, Villarroel me dijo ¡Te van a fusilar! Y me fusilaron".
Sobre su oficio, Soledad aclaró que “A veces la gente piensa que tenemos vidas de princesas pero no es así. No es fácil acumular. En los 90 no me fue bien, pero no me quejo. Soy libre porque he sido una mujer independiente desde todo punto de vista, en especial el económico. Me gustaría tener un año sabático, pero no se puede parar de laburar" Finalmente, la actriz tomó la masa y realizó la catarsis de destruir a golpes un escritorio; luego, le dedicó una frase al público: "A través de los años, gracias".
