viernes 19 de abril del 2024
MúSICA 19-11-2016 17:15

Los Guarros se reúnen tras 20 años por "el fuego sagrado"

La banda de rock liderada por Javier Calamaro y Daniel “Gitano” Herrera revela qué los volvió a unir y el nuevo material que planean para 2017.

Por César Calvo / Julieta Barrera

Tras veinte años separados, Los Guarros, la banda de rock liderada por Javier Calamaro y Daniel “Gitano” Herrera regresa a los escenarios y prepara un nuevo disco, que saldría a la venta en abril de 2017. Este sábado darán un recital en el Rosedal de Palermo en el marco de la primera edición de “La noche de la Música”. Antes de eso, hablaron con Exitoina.

-¿Cómo fue el comienzo de “Los Guarros”, hace ya 30 años?

-Daniel “Gitano” Herrera: Es muy gracioso, yo en ese momento era muy chiquitito y vivía con Miguel Zavaleta (fundador de “Suéter”). Javier pasó por ahí, en el falcón gris de su papá, me acuerdo. Él estaba con Frappé (dúo en el que participaba Calamaro en 1985) en esa época. Hablamos de música y yo le dije lo que me gustaba y él me dijo: “Ahora estoy con Frappé, pero si algún día me voy hago una banda con vos”, dicho y hecho (Los Guarros se conformó en 1988).

-Javier Calamaro: ¿Eso era el año ’85?

-DH: Más o menos. No, ’86.

-JC: ¡Gua! Puta que somos jóvenes... Y bellos... Y talentosos y eternos.

-¿Están trabajando en un próximo disco, cómo es ese proceso hoy, después de tanto?

-JC: Cuando nos juntamos empezamos a probar todas las cosas que hacen a una banda que ya tiene trayectoria, canciones y repertorio como para un disco o un show. Comenzamos a trabajar sobre las mismas canciones pero con otro criterio. Un criterio mucho más evolucionado, porque eso es lo que pasó con nosotros a un nivel personal. Hasta ahora tenemos diez canciones, esa es la base del disco que vamos a sacar ¿El año que viene? ¿Cuándo querés sacar un disco, marzo, abril te gusta?

-DH: Julio.

-JC: ¿Para julio? ¿Vos querés hacer un Luna Park en julio recién?

-DH: Ahh, no bueno. Yo porque pienso en el verano de allá (vive hace veinte años en Estados Unidos) que no me gusta, entonces quiero venir acá.

-JC: Ah, ok, ok. Entonces en algún momento va a salir el disco. Lo vamos a terminar durante el verano ¿Puede ser? Todo esto se gesta espontáneamente, tenemos que ponernos de acuerdo. No importa que haya una cámara adelante. Todo bien, con naturalidad ¿Te parece, las canciones nuevas terminarlas en enero, febrero, el verano?

-DH: Perfecto.

-JC: Como para tener un disco en abril y presentarlo.

-Las grabaciones, el trabajo en el estudio de grabación ¿Les producen tedio, inspiración…?

-JC: Yo estoy en mi elemento en mi estudio. En otro estudio estoy normal, pasan las horas, pero en mi estudio es distinto.

-DH: Doy fe.

-JC: Porque mi estudio se abre a las cuatro de la mañana, o a las nueve de la mañana -cuando yo quiero- y pasan cosas, se agasaja a amigos, y hay inspiración que surge. Para mí el estudio es un elemento muy importante. Es un elemento creativo.

-DH: Yo sí me aburro. Antes yo me metía mucho a opinar y no debería haber opinado. Entonces ahora hago guitarras y se las mando a él, y no hago nada más que eso, lo cual es genial para mí.

-JC: Por todo lo que él se aburre, yo me divierto.

-DH: Exacto. Le mando porquerías y él me manda una canción increíble.

-JC: Gracias.

-¿Ustedes volvieron a elegirse, qué es lo que los volvió a unir?

-JC: El “Fuego sagrado”.

-DH: Sí, definitivamente. Inclusive, Javier estuvo por mis actuales pagos, nos juntamos en el living de mi casa con mi equipito que es un “Fenderito”, empecé a tocar y él empezó a hacer cosas, era todo “¡Guau que cool que está esto!”

-JC: Estaba buenísimo.

-DH: Básicamente, esto que regrabábamos salió de mi Iphone al estudio de Javier. Él se fue, yo grababa todos los días y le mandaba. Sí, sí definitivamente la música está ahí.

-JC: Pura inspiración, el “Fuego sagrado”, eso es la inspiración, así lo llamamos, tal cual.

-DH: Es que en realidad, el haber estado sin vernos, sin ningún contacto durante veinte años, es muy fuerte para nosotros dos. Yo no espera el llamado de él, no por ninguna razón, sino porque él tiene su vida y yo tengo la mía y no fue una cosa de presión, fue muy natural, la verdad a mí me alegró increíblemente. Todo ese tiempo, todo lo que pasó en el medio, con ese llamado -no sé cómo explicarlo-, es medio raro, pero muy natural. Yo me subí al escenario con ellos ayer por primera vez. Bajé del avión y vine directo a tocar, y fue como que “Los Guarros” nunca se hubiera separado.

-JC: Ésa es la sensación, tal cual. Como si no hubiese pasado nada. Tengo una sola cosa más para acotar, es algo serio y personal. Cuando yo me hice solista -por decirlo de alguna manera-, en el año ’98, no me podía acostumbrar a la idea de serlo. Mi alma seguía pidiendo subirme al escenario con una banda, entonces a un disco le puse “Javier Calamaro y los piratas”, después empecé con un proyecto de tango y le puse “La orquesta pirata”. Mi alma pedía a gritos tener una banda, la música también lo pedía a gritos, la energía, mis emociones. Yo personalmente me siento tremendamente gratificado, me siento grande con esto. Me siento genial y en mi elemento. Nosotros estábamos haciendo esto desde el ’88, y realmente -aunque hubo un lapsus de veinte años- el reencuentro fue como si hubiese pasado una semana, no veinte años, eso es lo que siento.

Los Guarros se presentan por primera vez después de dos décadas hoy a las 21:50, en el escenario del Rosedal de Palermo como parte de “La noche de la Música”, evento organizado por el Gobierno de la Ciudad.

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