jueves 28 de marzo del 2024
DESTACADA 30-04-2016 14:18

Illya Kuryaki y la tragedia de Time Warp: "Están jugando con la vida de los pibes, y da bronca por la inoperancia"

El dúo lanzó su nuevo álbum, L.H.O.N., al que definen como el más profundo y menos irónico de su carrera. Juran que nunca probaron la cocaína y que no se separan más. Cuál es la relación que establecieron con la mítica Virgen de Guadalupe, la muerte de Prince y la tragedia de Time Warp.

Por Gustavo Méndez | Publicado en la edición impresa de Diario Perfil

Acaba de morir Prince y en las redes sociales miles de fanáticos y artistas del mundo despiden al músico con imágenes, canciones, frases, todo en color púrpura. "Siento que se murió un familiar", escribió Dante Spinetta en su cuenta de Twitter minutos antes del encuentro con PERFIL.

Emmanuel Horvilleur recuerda cuando vieron por primera vez Purple Rain. Tenian 10 y 11 años. Al principio, cuenta, lo rechazaron: "Preferíamos a Michael Jackson". Hasta que observaron atentos, y se enamoraron tanto pero tanto que desde la génesis de Illya Kuryaki & The Valderramas el espíritu y el sonido de Prince, surfearon en cada álbum.

—Se fueron Lemmy, Bowie y ahora Prince, ¡qué año para la música!

SPINETTA: Terrible. (Silencio).

—¿Conocieron a Prince?

S: No, no tuvimos la suerte de conocerlo. Era parte de un plan, una idea que estaba bastante cerca de conocerlo. Él tenía ganas de acercarse a artistas latinos, pero nos quedamos con las ganas. Prince sigue siendo mi ídolo más grande junto a Stevie Wonder y mi papá. Nos sentimos huérfanos, todos los que funkeamos, somos hijos de Prince.

HORVILLEUR: Illya Kuryaki no existiría en muchos aspectos si no fuera por Prince. Había canciones de nosotros, y discos enteros, en los que jugábamos desde el sonido. Tuvimos la suerte de verlo en Argentina, después, en el 99, cuando estábamos haciendo Leche en Los Angeles. Un finde nos escapamos con José Luis Miceli (ex manager) y Andrés Vilanova, baterista de Carajo, y nos fuimos a verlo a Las Vegas. Y en 2004 también tuve la suerte de irme a Nueva Jersey sólo para verlo. Era muy perfecto en vivo. Dejó una escuela.

En medio del clima de velorio hay que hablar de L.H.O.N. (La humanidad o nosotros), la nueva criatura de Illya Kuryaki & The Valderramas. Sin dudas, es el disco más espiritual de su carrera, lejos de las letras y los mensajes provocadores de los 90, y con sonidos de salsa, afro, pop, funky.

—¿Son espirituales? ¿Rezan?

H: Mi hermana se llama Guadalupe porque mi papá rezó y le pidió a la Virgen que la salvara porque nació sietemesina y fue muy complicado. Se salvó y le pusieron el nombre. Y Kuryaki siempre se vio influenciado por personajes de ese estilo, como Ceferino, que cantamos en Chaco.

S: Tomamos, por ejemplo, a la Virgen de Guadalupe, llevo su cadenita que me traje de México, un lugar que estremece, es mi Virgen, pero creemos en esa energía de luz que para algunos tiene la cara de Jesús y para otros la cara de Buda. En un primer momento el disco se iba a llamar "La nueva fe", es por ese momento de cambio, la soga de la vida en la que cada uno le da el significado y pone la cara que quiere. Para mí, parte de Dios era Prince, es mi familia, mis hijos (Vida y Brando). Tampoco estoy de acuerdo con lo que hizo la Iglesia.

—¿Qué los inspira hoy?

H: Hay de todo, va a aparecer siempre Prince, cosas muy sexuales, y de pronto aparece la palabra Dios.

S: Es que cuando estás amando a alguien, en ese momento, llegás a Dios. Una conexión, y los cuerpos generan los fluidos de Dios. La inspiración está en la vida. Nuestras experiencias han cambiado. Emma tenía 16 y yo 14 cuando arrancamos, ahora tenemos hijos, nos han roto el corazón, hemos roto corazones, enterramos familiares, enterramos amigos, la vida cambió, y cuando empezamos a hacer este disco nos dimos cuenta de que teníamos una necesidad de ir a lo más profundo y no ser tan irónicos. Siempre tuvimos la mística encima, nuestras madres son astrólogas, está esa conexión de que somos parte de algo más grande, Dios, el universo, de tirar ese mensaje.

—Se viven tiempos de estética e individualismos que se manifiestan a través de las redes sociales, se muestra que se está viajando, que se está viviendo de manera feliz. Y este disco canta lo contrario.

S: No es una cosa ni la otra. Hay que saber qué es lo importante. Nosotros somos una banda que también ha sufrido muchas pérdidas, amigos importantes, como (José Luis) Miceli, que era el tercer Kuryaki, Gustavo Pesoa, aliado poético que nos ha influenciado para escribir y pensar el arte, y mi viejo. Ahí comprendés que no importa tanto la cuenta en el banco, el celular, la ropa, eso está buenísimo, sí, pero lo más importante es tener gente que esté al lado tuyo. Mi viejo... apareció el cáncer y se lo llevó en un par de meses, y él iba a seguir haciendo discos, había proyectos, mudanzas y de pronto eso se desvanece y está la gente que te ama.

—En "Gallo negro" cantan: "Alejate del vicio que hay un precipicio esperando que entregues tu alma al sacrificio". ¿Hay un mensaje antidrogas?

H: Sí. Con esa frase, en su momento, hicimos foco ahí, pero el vicio no es sólo la droga, puede ser el juego, el vicio de la vida viciada.

S: Todo en exceso es malo. Una cosa es un pibe que se fuma un porro de vez en cuando, lo cual hacemos nosotros, y otra cosa es un pibe que está todo el día tomando merca. Nosotros no tomamos ni una sola vez en la vida, somos vírgenes de merca. Nunca probamos cocaína y nunca lo vamos a hacer. Porque vimos lo que hacían nuestros pares, entonces, ¿para qué? Cuando hablamos decimos eso de no te entregues, no bajes la cabeza.

—Ustedes son padres, ¿qué les pasa cuando se encuentran con la noticia de que cinco pibes murieron en una rave electrónica?

H: La cuestión de la educación y de los hijos se habla en casa, quiero creer que mi hijo (Andre, de 12) va entendiendo que tiene que saber decir "no", obvio que no va a estar exento de que cuando salga le ofrezcan, y en algún momento, Dios no lo quiera, pruebe algo... Y lo que pasó me da bronca porque tiene que ver con esta cosa que tenemos los argentinos de hacer mal las cosas. Pasó con Cromañón, eso de la ambición de meter gente, y si los pibes están drogados lo mínimo que tienen que tener es acceso al agua y que no te la cobren cien mangos. Están jugando con la vida de los pibes, y da bronca por la inoperancia. Hay que cuidar a los pibes y a la juventud, un tipo que organiza una fiesta de ésas sabe qué público va, tiene que tener las cosas preparadas. Flaco: ganá menos guita pero cuidá a la gente que te llena la fiesta.

Kuryaki para siempre

—¿Cuánto cambió el negocio de la música?

S: Es otra industria. Hace un tiempo, con lo digital no ganabas nada, y ahora se está monetizando con Spotify, Vevo, YouTube, Pool Music. También cambió el consumo: la gente está escuchando más singles que álbumes, la obra entera no importa, interesa más el hit, casi es como volver al comienzo de las discográficas. Uno se tiene que adaptar, pero nosotros hacemos música más allá de eso, y sí usamos las redes a nuestro favor. Hoy estamos disfrutando de Twitter e Instagram para el contacto directo con la gente de diferentes partes del mundo, y eso es increíble. Con Emma, somos de la vieja escuela, nos metemos a hacer un disco conceptual, todo disco es una obra.

—Tuvieron ese impasse de 2001 a 2011, y volvieron a pasar mucho tiempo juntos. ¿Se asimila a una relación de pareja?

H: Adquirimos una sabiduría en cómo relacionarnos; de hecho, cuando estamos haciendo un disco capaz que podríamos estar cinco horas componiendo. Somos naturales, sabemos qué cosas nos molestan y qué cosas nos copan, fluimos naturalmente, es fácil estar juntos en esta etapa, incluso más que antes. Si estamos juntos ahora es porque disfrutamos, porque el norte es lograr lo mejor para Kuryaki, y cuando así no sea, cuando pensemos que cada uno quiere hacer algo solo, va a ser recibido bien igual, porque Kuryaki no se separa más.

S: Estamos acostumbrados a decirnos que no, y eso también está bien. Por ahí algunos saltan con el ego, y quieren imponer cosas. Nosotros trabajamos la canción, por eso lo queremos producir nosotros, ser libres, y el disco lo hicimos de manera fluida, bastante rápido, con varias canciones buenas que quedaron afuera.