miércoles 24 de abril del 2024
DESTACADA 10-06-2015 17:11

María Laura Santillán: "Te das cuenta de que no sos eterna"

María Laura Santillán se refirió al tumor mamario que la afectó el año pasado, y por el cual atravesó ocho sesiones de quimioterapia y dos meses de radioterapia.

"Cuando uno está en lo peor, pasando lo que nunca creyó que iba a pasar (la quimioterapia, ponele), o preguntándose cómo sigue esto... Yo ahí, para estar bien, decidí trabajar. Y trabajé con todos los tratamientos encima, faltando solamente lo imprescindible", relató la conductora de Telenoche a Clarín.

"No creo que el show deba continuar; entiendo que la gente se tome todas las licencias para hacerse rayos, quimio... Pero me pregunté qué quería hacer yo, y yo quería seguir la vida como siempre, si se podía. No podría haberlo hecho si no hubiera tenido un médico que me hizo la vida muy cómoda: Carlos Bas, jefe de Oncología del Hospital Alemán", agregó, emocionada.

"Es como me criaron. Para mí no hay discusión posible: hay que trabajar... Nadie se dio cuenta de que no tenía la mitad de mi pelo gracias a Alberto Sanders. En el momento de hacer Telenoche me sentía bien, lo digo en serio. Y rodeada de Pepe (Gil) y Santo, que son dos personas, dos hombres; yo me siento muy acompañada y su presencia me fortalece. Además eran los únicos que sabían. No recuerdo ni qué me dijeron pero siempre dicen lo exacto, o dejan de decir, no sé cómo explicarlo. Yo soy muy emocional, como todos. Y me hace bien saber que estoy con gente que me quiere. Con ellos, y con los cuidados desde la producción de Carlos De Elía y Milena Zapata, me sentí muy contenida y muy cuidada", manifestó María Laura.

Sin embargo, aunque por ahora está bien de salud, Santillán enfatiza que el tratamiento no terminó. "Enfrentar la incertidumbre es mi responsabilidad. Hice todo y más. Todo fue preventivo. Y la verdad, no hay otra alternativa que ir al frente", advirtió.

"Si algo aprendí es esto, y lo empecé a usar en Twitter: #paraadelante nada más. Mirá, Santo, me dice 'nena'. Siempre le dije: 'el día que me dejes de decir «nena» me voy a sentir una vieja chota'. Él me dice: 'Nena, tal cosa', y soy feliz. Te das cuenta de que no sos eterna y que no sabés cuándo te puede tocar... Se me puede ver vulnerable, débil, asustada, pero hay que pelear", concluyó.