jueves 18 de abril del 2024
DESTACADA 30-04-2015 17:34

La dura historia de la violación de Camila Cortese, la participante de Gran Hermano

El jueves 31 de julio de 2003, Camila Cortese y su hermana gemela se escaparon de su casa. Decidieron ir, como muchos adolescentes en aquel momento, a un ciber ubicado en Rivadavia 16430, en Ramos Mejía.

Allí, las hermanas, de 15 años,  pasaron un largo tiempo, hasta que notaron que ya era demasiado tarde, incluso había quedado atrás la medianoche. Decidieron volver a casa pero en el trayecto se encontraron con un hombre que, amenazandolas con un cuchillo, las llevó hacia un predio ferroviario abandonado de la ex línea Sarmiento en la estación de trenes de Haedo.

"Dos cuadras antes de llegar a casa nos agarró a las dos y nos llevo para el lado de las estación, a las vías del tren y ahí nos violó a las dos", relató Camila en aquel entonces. El jóven huyó y las chicas corrieron hasta una estación de servicio cercana para pedir ayuda.

Días despues, en el mismo lugar, dos hombres, uno de ellos armado, interceptaron a otra joven y bajo amenazas la llevaron al descampado. En ese sitio, uno de los hombres obligó a la mujer a que le practique sexo oral. La chica era también amiga de las gemelas.

Pintada. Como si eso no alcanzara, una pintada con tono amenazante y referida a un futuro ataque sexual fue hallada en el canasto de la basura del edificio donde vivían dos gemelas: "Las vamos a seguir cogiendo".

La madre de las hermanas fue quien encontró la leyenda escrita con una fibra gruesa sobre un caño y una chapa del canasto de basura y denunció el hecho en la comisaría de Haedo, por lo que se inició un sumario judicial por el delito de "amenazas", que se sumó a la causa por las violaciones.

Los investigadores rápidamente consideraron que el mensaje tenía "una finalidad mafiosa, y el fin es intimidar, generar miedo" y sirvió para abrir un nuevo rumbo.

"En los casos de violaciones típicos, es muy difícil que un violador en persona se preocupe por amenazar a las víctimas una semana después y con una pintada en el canasto de la basura del edificio que habitan. En lo primero que piensa un violador es en huir, y aquí se da que el agresor quiere hacerse notar y desafía a todos", afirmaron en aquel momento las fuentes.

Marcha. Ante los dos casos de violaciones y la amenaza a las hermanas, los vecinos de la zona salieron por esos días a manifestarse en reclamo de seguridad.

Más de una centena de vecinos se habían concentrado en la avenida Rivadavia, en pleno centro. Los manifestantes cortaron durante varias días el tránsito y exigieron la presencia de las autoridades policiales y comunales.

"Toda esta lucha es para despertar en la conciencia de las autoridades municipales, provinciales y nacionales, que se tiran la pelota entre ellos", afirmó un hombre con una pancarta en sus manos que decía "justicia".

Hoy, las gemelas Cortese tienen 27 años, y una de ellas, Camila, decidió entrar a Gran Hermano para transmitir su mensaje.

"Quiero contar mi historia, que las chicas se sientan identificadas con lo que a mi me paso y poder ayudarlas y sacar algún provecho con esto malo que me pasó", explicó la joven, que tiene una fuerte historia a sus espaldas.

Hernán Soto / @hernangsoto

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