sábado 20 de abril del 2024
DESTACADA 13-07-2013 10:11

Guido Kaczka: "Nunca tuve nada con ninguna azafata"

El conductor vive su mejor momento. Cómo está su relación con su ex Florencia Bertotti.

Publicado en Diario Perfil

Espontáneo y divertido, el actor y conductor que empezó en la pantalla a los 5 años de la mano de Juan Carlos Mareco confiesa que está pasando su mejor momento profesional. Con su programa "A todo o nada", que va de lunes a viernes de 18 a 20 y los domingos antes de PPT por El Trece, llega a los 12 puntos de rating en un año en que la televisión tiene bajo encendido. Producido por Endemol, Guido Kaczka sostiene que ha crecido dentro de la tele. Separado de Florencia Bertotti, con quien tiene a Romeo, su nueva novia se llama Soledad y viven juntos en Olivos.

—¿Por qué creés que "A todo o nada" tiene tan buen rating a la tarde?

—Creo que esto es el resultado de seguir buscando, de haber ampliado el público y la propuesta. Me parece que tiene que ver con hacer un esfuerzo por crecer uno, y también por ponerse más adulto. Yo estoy más crecido que cuando hacía el programa para adolescentes hace ocho años. Antes estaba más cerca de ellos, y hoy los duplico en edad.

—Estando tan pendiente del minuto a minuto, si va mal, ¿cómo lo llevás?

—Bien, no me genera ansiedad. Puede ser que algo no esté funcionando, pero vos sabés que potencialmente se puede desarrollar. Hay juegos o situaciones que se desarrollan con el tiempo. Además, hay que leer ese número en su contexto. El rating es un dato más al que le doy mucha importancia según cómo venga el programa. Si viene muy mal le doy más bola, si viene bien ya te podés dar un poco más de crédito y te ocupás de otras cosas, y si viene muy bien casi no le das bola porque sabés que estás colocado.

—¿Cómo ves hoy la TV?

— Es todo tan dinámico que a veces quedar fijo en una cosa es lo que me hace ruido. Uno trata de cambiar siendo coherente, no estando fijo, y en ese punto la tele siempre tiene altibajos. Tal vez gusta menos que la tele hable todo el tiempo de lo mismo, pero a veces es lo que pasa. Hay momentos en que hay más programas de juego, otros de ficción, a veces más periodísticos. Son ciclos.

—Tu programa lleva varios años y está muy afianzado. ¿Lo harías por mucho tiempo, como Silvio Soldán?

—Claro que sí, me encantaría.

—¿Qué conductor tenés como referente?

—No tengo uno en particular, pero por algún lado me gustan todos, cada uno tiene lo suyo que lo hace un grande. Pergolini, Tinelli, Pettinato, de todos me gustan partes, pero son todos grosos. Después puedo decirte que tengo más o menos estómago con algunos. También están Rial, Marley, te puedo seguir nombrando... (risas).

—¿Sentiste presión por ir los domingos antes de “Periodismo para todos”?

—En cierto modo sí, no exactamente por PPT. El horario del domingo a la noche es prime time. Claro que el programa que sigue es muy importante en el canal y le tenés que dejar un buen número, o sea, en definitiva siempre quiero que me vaya bien a mí (risas). No quiero ser maleducado con nadie, pero sí le dejo un buen número ideal; sobre todo, tengo que hacer bien mi trabajo.

—¿Cuál creés que es tu arma como conductor?

—Me parece que se da cuando más me acerco a lo verdadero mío y hay menos lucha interna entre lo que se tiene que ver y lo que soy. Eso mejora mi laburo como conductor, casi como en la vida (risas).

—¿Podrías creértela?

—La verdad que no, ni volarme, ni nada. Laburo desde hace treinta años y he tenido mejores y peores momentos; éste es un gran momento, quizá el mejor, pero trato de mantenerme.

—¿Cómo te cayó que no te nominaran para el Martín Fierro al mejor conductor?

—Los Martín Fierro son los del año pasado. Este año el programa anduvo mucho mejor y quizá fui creciendo como conductor, así que a lo mejor el año que viene me nominan.

—Se te vio en pareja y con tu hijo. ¿Como está hoy tu vida sentimental?

—Súper bien. Con Sole ya estamos desde hace dos años, con mi hijo desde hace cinco (risas). Hace un año que convivimos y estamos muy bien como familia.

—¿Qué te enamoró de Soledad?

—Me enamoran su inteligencia, su sentido del humor y su belleza. Cuando recién la conocí estaban en el orden exactamente inverso (risas), y a medida que fue pasando el tiempo ese orden cambió. Se me acaba de ocurrir que se lo tendría que haber dicho a ella, que lo lea (risas).

—¿Te gustaría volver a casarte?

—Sí, me gustaría y me encantaría también ser padre. Cuando ya te casaste tenés más el reflejo de casarte, pero cuando ya te casaste y tuviste hijos te queda más el reflejo de los hijos que del casamiento. Me encantaría volver a ser padre, es un proyecto que siempre charlamos con Sole; a los dos nos encantan los chicos.

—¿Cómo está hoy la relación con Florencia (Bertotti, su ex mujer)?

Muy bien, como padres de Romeo. Ella es la mamá y yo soy el papá, y ahí estamos criando a nuestro hijo, que es lo más importante que tengo en la vida.

—Habiendo un hijo de por medio, ¿Florencia tiene relación con tu pareja o vos con la de ella?

—La verdad es que estamos muy bien, pero los pormenores del encuadre me los guardo porque uno trata de pensar hasta dónde hablar. Estoy hablando de la mamá de mi hijo y entonces llego hasta donde me parece prudente, más por una cuestión de respeto y armonía familiar.

—Cuando se separaron se dijeron muchas cosas. ¿Qué fue lo que más te molestó?

—La verdad, cuando nos separamos, que fue un momento muy bravo, lo que se dijo fueron detalles. Si bien puede irritar más o menos, no le di mucha bola porque vos tenés tu asunto, tenés que resolverlo y entonces estás en lo complicado. Yo tenía que ordenar las cosas principalmente con mi hijo, y también vivir el duelo de una relación de tantos años, tan buena y que se terminaba; estuve metiéndole mucha garra a eso.

—Se dice que tu ex novia es la novia de Cristian Castro…

—¡No! Eso no, me lo comentaron acá. No es mi ex novia, Lorena Wells era azafata y no fue nada por el estilo, nunca pasó nada. Trabajó en el programa un montón de tiempo. Yo sé de las fantasías (risas), pero nunca tuve nada con ninguna azafata.

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