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EXCLUSIVO / UNICO MEDIO/ Todo pasó ayer, cuando el dúo Pimpinela arribó a Mar del Plata para estar en "Almorzando con Mirtha Legrand". Lucía y Joaquín llegaron al hotel Hermitage, saludaron a la prensa que estaba presente y se fueron a descansar a sus respectivas habitaciones.
Lucía subió, acomodó sus cosas, y decidió bajar a tomar un café. Fue exactamente en ese momento que descubrió que en la habitación que se ubica enfrente a la suya había una voz que le sonaba conocida: No era otra que la de Diego Armando Maradona, que charlaba con su gente mientras la puerta de la habitación había quedado abierta.
"Fue en un momento que él estaba solo, nos conocimos y admiramos mutuamente hace 25 años. Los dos estábamos asombrándonos de lo que le pasaba uno al otro", dijo Lucía Galán una de las pocas veces que se animó a responder acerca de su relación con el ex DT de la Seleción Nacional.
Lo cierto es que anoche Diego estaba solo (Verónica Ojeda, su novia, llega en estos días y su ex, Claudia Villafañe, se hospeda en otro lugar). Y Lucía, que espera para estar hoy en el programa de Mirtha Legrand, también.
Sólo ellos, y los pasillos del hotel, saben si pasó algo.
