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¿Puede una buena noticia ser, en verdad, una mala noticia? Todo depende del ángulo desde el que se mire.
Se supo que este próximo fin de semana el gigante de streaming Netflix llegaría a los 100 millones de suscriptores en todo el mundo. Dicho así, suena apabullantemente a una buena noticia para la empresa.
Sin embargo, ese dato cierto incluye el hecho de que esos 100 millones de espectadores están por debajo de lo que la empresa había proyectado para el primer cuatrimestre del 2017. Netflix estimaba que entre los tres primeros meses del año sumaría un millón y medio de suscriptores en Estados Unidos y 3,7 millones en el resto del mundo. Sin embargo, las cifras de enero, febrero y marzo dejan a la vista que subió 1,42 millones en Estados Unidos y 3,53 millones en el resto del mundo, para culminar el 31 de marzo con 98,75 millones de suscriptores. Es decir, un 5% por debajo de las expectativas del período. Y entonces las noticias ya no son tan buenas.
Ante las novedades, la compañía reportó que en el año en curso tienen planificado gastar mil millones de dólares en marketing —sobre todo focalizado en sus productos originales—, lo cual no es demasiado si se toma en cuenta que en el primer trimestre reportó ganancias por 2.640 millones de dólares. Y eso sí que son buenas noticias. Para quienes los reciben, al menos.
*Editor Suplemento Espectáculos del Diario Perfil
