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Wanda Nara cumplió su sueño de Cenicienta cuando se casó con su Príncipe Azul, el futbolista Maxi López, en un Registro Civil de Belgrano, y luego completaron la ceremonia religiosa de rigor en la iglesia Santa Elena, de Palermo.
"Se cumplieron cinco años de nuestro casamiento, y seis que estamos juntos. Recuerdo que Maxi, en la fiesta, no sé si por efecto del alcohol, prometió que en cinco años volveríamos a celebrar el matrimonio, y aquí estamos", aseguró la modelo y vedette en la edición de esta semana de la revista CARAS, que trae todas las fotos exclusivas de la boda, que se realizó nada más y nada menos que en el paraíso de las celebridades, en Angra dos Reis, Brasil.
"Renovar los votos significa volver a decirle a Maxi todo lo que lo amo. Estoy agradecida por los tres hijos que me dio, todos iguales a él. Hoy nuestro amor está intacto y deseo que perdure con los años", confiesa la orgullosa madre de Valentino, Constantino y Benedicto.
Maxi, por su parte, sostiene que "Nuestra historia es diferente a todas, la defendemos y cuidamos a muerte, más allá de todo lo que digan. Estamos orgullosos de lo que formamos y de lo que vamos a seguir construyendo".
"El matrimonio me enseña que siempre debemos seguir adelante, juntos y de la mano. Nuestra principal misión es criar y educar a nuestros hijos para que sean muy buenas personas. El amor que nos teníamos cuando nos casamos, fue creciendo en muchos más sentidos. Hoy, por ejemplo, Maxi también me enamora por cómo es como papá. Redescubrí nuevas facetas de él que nunca imaginé. Cuando nos conocimos yo era mucho más joven, estaba en otra, y hoy el rol de mamá me pone en otro lugar y con una mirada distinta de las cosas", cierra la mayor de las Nara, más enamorada que nunca.
Fotos: Revista Caras
