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En medio de un juicio por negligencia contra David Copperfield y su productor, el secreto de uno de los trucos más famosos del ilusionista, terminó saliendo a la luz.
La revelación se dio por la demanda que realizó Gavin Fox, un hombre que participó del truco denominado Lucky 13, y que producto de eso sufrió un accidente que provocó una lesión cerebral por la que tuvo que gastar 300.000 euros en el tratamiento.
Chris Kenner. productor del mago, explicó que el truco lo vienen desarrollando hace más de 15 años, con la participación de más de 100.000 personas, y que consiste en elegir a 13 participantes del público, hacerlos subir al escenario, taparlos con una tela gigante para que desaparezcan de ahí, y reaparezcan detrás del teatro.
Obviamente, no hay nada mágico en la ilusión, sino que los participantes son trasladados de manera veloz por los pasillos del lugar, sin que nadie lo note, para que luego aparezcan.
En ese sentido, la vez que participó el denunciante, Gavin sufrió una caída en la que se golpeó la cabeza, y debió ser operado. Por eso se encuentra en plena disputa legal con Copperfield.
