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En septiembre de 2004 comenzó, por la cadena ABC, Lost. Una serie que, a lo largo de seis temporadas –121 capítulos– desató fanatismo, euforia y generó lo que hoy se conoce "binge-watching", esa adicción por ver un capítulo tras otro sin parar.
La serie terminó en mayo de 2010 y los creadores de Lost –Carlton Cuse y Damon Lindelof– habían planteado infinidad de preguntas a lo largo de los episodios que al final no pudieron responder a todas. Como si eso fuera poco, la serie que supo revolucionar el mundo televisivo, dejó un final con sabor a poco.
Es por eso que, a pesar que los creadores están trabajando en proyectos separados –Cuse esta con su serie Colony y Lindelof con The Leftovers– siempre los consultan por esos interrogantes sin respuesta o por finales alternativos.
Fue así como durante una entrevista a Entertainment Weekly revelaron cual era inicialmente el final de Lost. “Siempre tratamos de aprovechar el paisaje de Hawaii para mejorar la visualidad de la serie. También pensamos en la isla como un personaje más y buscábamos algo que le diera personalidad. Siempre pensamos que podríamos usar un volcán más adelante”, sostuvo Cuse.
“La pregunta siempre fue como visualizar y dramatizar la idea de que la isla misma es lo que previene al mundo del fuego y la perdición. Y la respuesta era un volcán”, señaló Lindelof en el reportaje.
Según ellos mismos revelaron, “el volcán habría estado inactivo a lo largo de la serie, pero hacia el final, la isla se vuelve inestable y el volcán estaría por hacer erupción. Íbamos a tener mucha actividad sísmica, y al final, iba a haber una pelea entre las fuerzas del bien y del mal, que hubiera significado a Jack y John Locke luchando en el medio del magma. Y la lava saltando para todos lados”.
¿Preferías este final o te quedás con el que finalmente se hizo?
