jueves 28 de marzo del 2024
CINE 13-04-2017 11:42

A jugar con las orcas

Por Patricia Daniele | Luis Puenzo vuelve como productor en un largometraje encabezado Maribel Verdú y Joaquín Furriel que se estrena hoy. Galería de fotosGalería de fotos

Con Luis Puenzo como productor y el español Gerardo Olivares como director, se estrena hoy la coproducción El faro de las orcas que marca el regreso de Joaquín Furriel a la pantalla grande. Un regreso con gloria, sin lugar a dudas, ya que compuso con gran calidez a un guardaparques real, Beto Bubas, que vive aún hoy en las costas del Chubut y sigue teniendo contacto cercanísimo con este tipo de mamíferos.

La trama se centra en Beto y en una visita totalmente inesperada: la de una madre (Maribel Verdú) y su hijo autista. El pequeño tuvo una reacción positiva al ver en televisión al guardaparques y a las orcas. Desesperada, en su búsqueda por hallar un avance en la condición de Tristán, viaja a la Patagonia para que el chico entre en contacto con las orcas.

Así se da un ida y vuelta entre el hombre que ve invadida su vida solitaria y una madre dispuesta a todo. El resultado es un duelo actoral en el que los intérpretes se sacan chispsa mientras el tercer protagonista (Joaquín Rapalini) hace lo mejor que puede por componer a un autista.

El entorno chubutense y la excelente fotografía de Óscar Durán acompañan la emotividad de la trama que deja al espectador, en el final, sin las repuestas que -por tratarse de una historia real- podría haber aportado.

Particularmente, el trabajo de Furriel (su primera interpretación luego del ACV) es emotiva, profunda y ajustada a un personaje callado y con gran riqueza interior.

En rol de productor

El laureado Luis Puenzo reveló en la conferencia de prensa ofrecida durante la última edición de Pantalla Pinamar 2017 que el propio Beto Bubas (que tiene un gran parecido con Furriel) los acompañó durante el rodaje, realizado “en zonas intangibles del Chubut con gran aporte de la provincia”. El guión de El faro de las orcas está basado en el libro que publicó años atrás el guardaparques, Agustín corazónabierto.

Además, el director de La historia oficial reveló que el sitio de rodaje, Puerto Pirámides, “es muy duro; son lugares inaccesibles, más las playas de los lobos marinos, ya que el pueblo más cercano (Camarones) y los hospitales están a cientos de kilómetros. No nos podíamos dar el lujo de que ocurriera ningún accidente”.

Y confesó que fueron a filmar las orcas durante dos temporadas (otoño-invierno), “pues en la primera no aparecieron. Llegan en cualquier momento y hay que aprovechar. Usamos orcas reales, digitales y de animatronics realizadas por el mismo equipo catalán que trabajó en El laberinto del fauno de Guillermo del Toro. En una misma escena hay de las tres clases y no se van a dar cuenta”.

Consultado acerca de los motivos por los cuales la Patagonia está presente en los filmes de su productora, reconoció que es un paisaje que le gusta mucho y bromeó con que no se la quiere dejar toda para Carlos Sorín (especializado en rodar en la zona): “Me gusta mucho, yo iba a mochilear de joven. En el itsmo de Península Valdés dejamos el avión de La puta y la ballena (film del 2004, con Aitana Sánchez-Guijón). En esa época se gestó esta película que habla de la paternidad, la maternidad, los niños y la vida”. Historia que, oportunamente, se estrena semanas después de conmemorarse el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo (el 2/4).

Patricia Daniele @Pato_Daniele

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