martes 23 de abril del 2024
CORAZóN 26-06-2016 12:14

Carlos Rottemberg: "Sé que a este hijo voy a poder disfrutarlo de otra manera"

El empresario teatral está feliz porque volverá a ser papá: en julio nacerá Nicolás, Con Karina, su mujer, hicieron siete tratamientos.

"¡Yo no soy Carmen Barbieri!", lanza entre risas Carlos Rottemberg ante la enorme cantidad de llamados –cuenta– que está recibiendo. Sorprendido y mientras se acomoda en el living de su casa en una tarde de sábado lluviosa que sólo invita a hundirse en el sillón, deja salir sus palabras a borbotones: "Durante 41 años de carrera jamás hablé de mi vida privada. Es curioso esto que pasa ahora. Tampoco es algo que escondí. Nuestro círculo lo sabe desde el principio. Y por un comentario que hice me llaman todos. ¡¡Tampoco soy Norman Briski!!". El dueño de estas palabras en clave de humor es el productor teatral que a sus 59 años está a punto de convertirse en padre por segunda vez junto a su mujer Karina Pérez Moretto (44). Luego de dos años y siete tratamientos de fertilización, finalmente, la pareja traerá al mundo a Nicolás.

—¿Cuándo se enteraron de que iban a ser padres?

—El 30 de noviembre. Le pusimos mucha fuerza porque fue un proceso difícil. Uno en el primer intento piensa que puede fallar y en el tercero empezás a sospechar.

—¿Cómo fue el momento?

—Eran las tres de la tarde y, como tantas otras veces, sonó el teléfono. Pero ese día, Karina atendió y en vez de escuchar del otro lado un "negativo" escuchó del médico un: "Te felicito". Entonces preguntó: "¿Por qué me felicitás?". Ella quería escuchar: "Estás embarazada". ¡Y lo logró! Justo cuando estábamos por tirar la toalla, pasó.

Y mientras Rottemberg repasa cada instante de esa tarde con su relato, Karina se le acerca, lo abraza y sin poder controlarlo, vuelve a emocionarse y a lagrimear; símbolo de una lucha que "llegó a buen puerto", como dice él.

—¿Fecha de parto?

—Fines de julio.

Y su mujer Karina dulcemente suma: "Pero se va a ir ajustando. Ya casi estamos, y tenemos todo listo".

—¿Cómo lo vive su hijo Tomás (N. de la R.: fruto de su matrimonio con Linda Peretz)?

—Viene a ver las ecografías con nosotros. Es más, planificamos los horarios.

— ¿Y usted cómo toma esa actitud?

—Tomás me enorgullece porque con sus 30 años, viviendo en pareja, me pide venir a ver a su hermano. Es el cierre de todo un símbolo respecto a los valores de familia. Siempre digo que la familia se antepone a cualquier profesión. Tener muchas tapas de revista, mucho bordereaux, mucho rating... no hace que te vayan a ver cuando estás enfermo. Es la familia la que siempre está.

—¿Y Tomás no tiene ganas de ser padre?

—No lo manifiesta. Creo que lo atrae más la idea de llevar a su hermano a Disney. De hecho también ya le está comprando juguetes para cuando Nicolás vaya a jugar a su casa.

—¿Cómo decidieron comenzar un tratamiento?

—Antes tuvimos muchos encuentros con parejas de nuestra edad que son padres. Porque Karina no es ninguna nena tampoco. Recogimos mucha data y ellos nos ayudaron a decidirnos.

—¿Cómo es ser padre cuando podría ser abuelo?

—Roberto Bissone, el dueño del Teatro La Comedia, nos contó que se convirtió en padre y abuelo el mismo día. Y nos resaltó que con su primer hijo él sentía que tenía que salir a trabajar. Pero ahora le daban más ganas de quedarse cambiando pañales.

—¿Piensa en una licencia?

—¡Sí! Quiero poder disfrutar de cosas que con Tomás no pude. Con él las vacaciones de verano eran en Mar del Plata por la temporada, y por lo mismo las de invierno en la Ciudad. El otro día justamente le decía que no sabía cómo iba a hacer para no sentir que lo traicioné.

Publicado en la edición impresa de Diario Perfil

En esta Nota