miércoles 24 de abril del 2024
DE PASILLO 05-07-2015 10:45

Cecilia Figaredo: "El 'Bailando' mezcla todo, como el circo"

Por Analía Melgar | Edición impresa de Perfil

Después de estar en ShowMatch, hay figuras que no sólo pierden popularidad, sino también fuentes de trabajo. No es el caso de la bailarina Cecilia Figaredo, quien, luego de haber participado del concurso de Marcelo Tinelli durante 2014, se mantiene activa en 2015, y sin nostalgia por volver. Dicta master clases por todo el país y presenta su propio espectáculo, Boulevard tango, con su marido, el músico Andrés Serafín. El elenco de ocho bailarines y cinco músicos actuará el 11 de julio en Olavarría. Asimismo, Figaredo, en dúo con el bailarín de folclore Rodrigo Colomba, acompañará la gira de la gran bailarina argentina Marianela Núñez (figura del Royal Ballet de Londres), durante julio, en puntos como Rosario, San Martín (Pcia. de Buenos Aires) y Santiago del Estero.

—¿Y con Hernán Piquín?

—Acabamos de bailar juntos en los premios Carlos Gardel (durante un homenaje a Leopoldo Federico, en la gala del 2 de junio pasado). Por ahora, los dos estamos muy ocupados pero, siempre que podemos, nos juntamos a bailar un rato. El está preparando un espectáculo con música de los Beatles, donde va a contar una historia de amor, con coreografía de Georgina Tirotta (coach de Noelia, y ahora, de Florencia de la V). Está haciendo un casting para elegir a su partenaire, porque, con mis compromisos ya asumidos hasta noviembre, no puedo hacer teatro.

—¿Te gustaría volver al “Bailando”?

No. De todas maneras, fue algo superpositivo para mí. Aprendés un montón de cosas nuevas, exprés: una semana cada ritmo. Al final del año, el trabajo era cada vez más reducido en tiempo e intenso en contenido. En cada ritmo, tenés que mostrar cosas diferentes, se va acabando la imaginación.

—¿Qué te aportó el programa?

—Una popularidad que, viniendo del mundo de la danza, yo no tenía. Siempre fui conocida dentro del ambiente de la danza. Pero el programa me abrió ese panorama a gente que no es de ir a ver danza al teatro. Por sobre todas las cosas, me divirtió; fue algo muy distinto de lo que yo venía haciendo. Además ahora entiendo más cómo tiene que ser una coreo que impacte en dos minutos, diferente de una “coreo” para un teatro. Pero fue un esfuerzo muy grande: trataba de faltarle lo menos posible a mi hijo Mauro, que el año pasado tenía un año y medio. Puedo comprender lo que le pasó a Anita Martínez, que este año se retiró antes. El “Bailando” te consume mucho tiempo y mucha energía.

—¿Este año lo ves? ¿Qué te parece?

—Veo algunas parejas salteadas: Gisela Bernal y Nicolás Villalba, dos geniales bailarines; Cintia Fernández, que no es bailarina, pero que hace un montón de cosas que son de bailarina. El que me asombró muchísimo es Federico Bal; lo vi en el baile callejero: muy bien. El año pasado éramos muchos profesionales. Este es uno de los años en los que hay más gente que no baila. A mí, como bailarina, no es lo que me gusta para sentarme y ver. Si está Gisela, me quedo mirando. Si está Samid, no me quedo. Pero es un concurso que me parece más justo, es más parejo para esa gente que no baila. A lo largo del año se verá quién progresa y quién no.

Venciendo prejuicios

Ya lejos del programa, y con toda la tranquilidad que eso permite, Cecilia Figaredo reflexiona sobre los efectos de ShowMatch en torno a la popularización del ballet: “La danza ocupa un pequeño lugar en el ‘Bailando’. Lo que pasa es que es un show. El año pasado, yo también lo supe cuando acepté hacerlo. Es un programa que tiene un concurso de baile y su conductor lo lleva adelante a su manera. Apunta a que la gente se divierta, que la pase bien, a desconectarnos.

Si vamos a ponernos rigurosos con la danza, hay mucha gente que nunca podría estar; sólo podrían participar bailarines… En esa mezcla de lo diverso, está el encanto del programa. Mezcla todo, como en el circo… Por eso hay personajes del periodismo, de la política, del teatro, cantantes… Pero que él (Tinelli) haya incluido al estilo danza clásica, algo que antes no pasaba, ayudó a difundir el ballet. Hay mucha gente que ni sabe qué es la danza clásica, que no tiene acceso a verla, y a partir del programa, descubrieron a estas personitas que se suben a las puntas. A mí me han dicho: ‘Yo nunca había visto bailar clásico, me gustó, pensaba que era aburrido’. Y yo misma vencí otros prejuicios, algunos tabúes. Pensaba que iba a quedar ridícula, pero después de ensayarlo, logré vencer al reggaeton. Y también logré vencer el miedo al aquadance: ahí hice un mortal y caí en el agua, cuando yo en mi p… vida hubiera pensado hacerlo”.