viernes 29 de marzo del 2024
DESTACADA 23-01-2015 16:40

Juana Viale: "El que se cierra al amor, está muerto"

Juana Viale habló largo y tendido con la revista ¡Hola! y se refirió, entre otros temas, a su separación de Gonzalo Valenzuela.

Desde Punta del Este, la nieta de Mirtha Legrand, celosísima de su privacidad, destaca que le hace bien vivir en Chile, porque "mis chicos están bien y no viven expuestos a la inseguridad que hay en Buenos Aires, que aún cuando no te toca de cerca, se percibe permanentemente".

"Mis hijos hacen vida de colegio. A la mañana, los llevo, y a la tarde, los busco. Aprovecho el horario de clases para ensayar y tener reuniones de trabajo. Y si tengo que volar a Buenos Aires, se quedan todos en lo de 'Gon'. Hemos logrado una linda dinámica, muy pacífica", detalla la actriz.

Juanita, además, señala que ella nunca quiso hablar de su separación. "Hablo poco de mí. Cuando nos separamos, se supo porque lo contó 'Gon'. A mí nunca me interesó aclarar nada", explica.

"Mi presente está en mis hijos, en mi trabajo y en la búsqueda de la armonía. Como estoy en ese plan, alrededor de eso se general cierta energía y pasan cosas lindas. Estoy disfrutando de eso", añade.

Si bien hace algunos días se la vinculó con Fabián "Zorrito" Von Quintiero, el rumor fue rápidamente desmentido, aunque no le cierra la puerta a una relación. "El que se cierra al amor, está muerto. Hablando en serio, cuando sos más grande y tenés hijos, es más difícil dar con una persona que camine a tu lado. El tema de la pareja, con hijos, es más complicado. Implica ir mucho más despacio y con cautela", define.

Sobre su relación actual con Valenzuela, Viale puntualiza que "logramos una muy buena dinámica con los chicos. Tengo el ejemplo de mis padres, que se separaron cuando yo tenía cuatro años. Sin embargo, papá nunca dejó de venir a casa y estuvo presente cada Año Nuevo, incluso cuando los dos habían formado nuevas parejas. Aprendí algo bueno de ellos y es lo que intentamos hacer ahora con Gonzalo".

Por último, Juana se refirió a su turbulento pasado, y subrayó que "cada situación te deja una enseñanza y uno no puede hacerle oídos sordos ni ojos ciegos al pasado. No sé si estoy en paz, pero sí sé que fui tomando nota de cada cosa que me sucedió y que todavía elijo saltearme ciertas lecciones porque para convertirme en el Dalai Lama falta… ¡y mucho!".

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