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Gabriela (Griselda Siciliani) se encontró con un nuevo caso, y nada la detendrá hasta resolverlo.
El obstáculo es la dificultad de obtener las pruebas necesarias, pero la abogada no tuvo inconvenientes y se hizo pasar por una bailarina erótica, y se animó a bailar en el caño.
Con una coreografía de pole dance, Gabriela seduce a su objetivo y le da el tiempo necesario a Alberto para llevar adelante el plan.
Todo vale entre los abogados, por eso ella se animó a seguir adelante con un sensual baile, desplegando un erotismo que, hasta el momento, permanecía oculto.
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