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Fue el último novio conocido de Susana Giménez, y pasó de las revistas de espectáculos a los policiales, tanto en su país, Uruguay, como en Argentina, dejando a la estrella metida en un verdadero berenjenal de acusaciones cruzadas.
Vivió durante cuatro años junto a la diva, compartió sus casas, sus viajes, paseó al ya difunto perrito Jazmín, hasta que mostró sus debilidades. Hablamos de Jorge Rama (41), acusado de librar cheques personales de la diva, falsificación de firma y también, adicto a las drogas, todos factores que pusieron el broche de barro a la relación con un escándalo mediático policial a dos orillas que terminó separándolo de Susana.
Dos años después, todos dicen que hay un nuevo Jorge. Y al menos así se lo ve, las pocas veces en que aparece por la noche de Uruguay, país del que no puede salir por restricción judicial (está procesado sin prisión).
Hace unos días, Rama fue a la presentación de la nueva carta del bar El diez, de un gran amigo suyo, junto a su nueva novia, Karina Lebed Kemper, Ejecutiva de Ventas Digital del diario oriental El País. Con ella ya se lo había visto en enero por las playas de Punta del Este.
En charla con la revista Semanario, un empresario que estuvo en el evento cuenta que, por más que se intente evitar el tema de la diva, como el sol, Su siempre está. Y esa noche, a Jorge se le escuchó decir: "Alguna vez me gustaría tener la oportunidad de tomar un café con Susana".
"Jorge está bárbaro, y lo que es más importante, absolutamente limpio. La Justicia lo obligó a realizar el tratamiento por su adicción, y lo cumplió a rajatabla", le cuenta a Semanario otro de sus amigos, que pide preservar su nombre ya que no quiere afectar la paz de Rama. "Lo que menos necesita Jorge hoy es aparecer en los medios. Eso ya fue".
Rama realizó la rehabilitación en Dianova, una prestigiosa entidad que posee una chacra de 2.000 metros cuadrados en Melilla, Uruguay.
Sobre el tema, su abogado, el Dr. Gustavo Bordes, contó en su oportunidad que "en la peor época de su adicción, Jorge llegó a consumir 6 gramos de cocaína diarios, de un valor de 200 dólares, y más de un litro de whisky por día. A veces no dormía por tres días y después dormía 24 horas seguidas. Por suerte el Estado apostó a la rehabilitación y dio resultado".
"Creo que sigue yendo una vez por semana a la chacra, pero hoy está haciendo una vida normal, en su casa, casi no se lo ve por la noche y trabaja muchísimo. Además, se nota que con Karina está muy bien", agrega otro amigo del ex marido de la modelo Eunice Castro, antes de comentar que "hacía rato que no lo veía porque está muy dedicado a la empresa de su padre Jesús".
Es que Rama está a dedicado a la empresa familiar Pontyn S.A, una de las importadoras y distribuidoras de alimentos más importantes de Uruguay, en la que figura como Presidente. Un dato de color: en su perfil en la red social laboral Linkedin, no se olvidó de su apodo y aparece como Pucho Jorge Rama, mientras que en Facebook lo hace con el original completo, Jorge Rama Toscano.
Volviendo al cafecito que Rama dijo querer tomar con Susana, sólo nos queda una pregunta: ¿Deseo factible de un hombre arrepentido o misión imposible?
