viernes 29 de marzo del 2024
DESTACADA 28-01-2013 09:06

Habló el arquitecto de Susana

Javier Gentile es el hombre detrás de la nueva megamansión que Susana Giménez está construyendo en el cerro en las afueras de Pueblo Garzón, 60 kilómetros al norte de Punta del Este. El arquitecto habló con la revista Noticias, y dio detalles exclusivos de la construcción, además de derrumbar algunos mitos.

"No había caminos para llegar, solo un sendero, tuvimos que construirlos nosotros para pasar los camiones", explicó, sobre el exclusivo paraje en el que se está realizando la construcción. La distancia y el secretismo de la estrella televisiva han hecho que se tejieran, en torno a su nuevo proyecto inmobiliario –110 hectáreas en el punto más alto del lugar, con impresionantes vistas panorámicas–, una pila de leyendas urbanas. Se habló de un presupuesto superior a los diez millones de dólares, se dijo que la casa tendría sus propios viñedos –y una cava subterránea de más de cien metros cuadrados– e inclusive se especuló con que, dada la distancia, la diva estaría tentada con la idea de comprarse su propio helicóptero.

Pero más allá de las especulaciones, la verdad es que no hay ningún helipuerto en los planos de la nueva casa. Alguna vez, Susana ha visitado la obra en un helicóptero alquilado, pero no está decidida a comprarse uno. El vino seguirá viniendo de las mejores bodegas de Argentina, Chile y Uruguay, pero no hay indicios de que vaya a construirse una infraestructura para producirlo "en casa". En cuanto al costo del refugio, según fuentes del mercado inmobiliario, alcanzaría los US$ 10.000.000 si se suma el valor por el que habría adquirido el terreno -alrededor de US$ 1.300.000- y la inversión en la obra.

La construcción de una sola planta y sin desniveles –hecha en piedra de extracción local, pensando en el cuidado del medio ambiente, aunque con la dificultad que implicó nivelar un terreno rocoso– tendrá una sola excentricidad: un zoológico personal, al mejor estilo Michael Jackson. "A Susana le gustan mucho los animalitos", afirma un allegado.

"En La Mary, en una época, tenía un toro que se llamaba Tito, al que le daba de comer en la boca... ella lo llamaba... '¡Titoooo!'... y el animal le contestaba... '¡Muuuuuu!'", agrega.

El otro rumor que circuló en torno a la nueva residencia de verano de Giménez fue que planeaba inaugurar la casa a fin de este verano. "Imposible", el arquitecto a cargo de la obra es terminante, "la casa va a estar terminada recién para junio o julio".

Qué hará la megaestrella con "La Mary", su finca actual de 17 hectáreas en la zona de Rincón del Indio, es aún un misterio. La noticia de que le habrían ofrecido alrededor de 22 millones de dólares por la propiedad se quedó cortísima. Ofertas sucesivas elevaron la apuesta a más del doble, llegando inclusive a los 50 millones de dólares.

Es razonable: hace más de dos años, el municipio modificó la reglamentación sobre urbanización en esa zona y, ahora, se pueden construir pequeñas torres con servicios y amenities, e inclusive hoteles y hasta un shopping. Los cuervos del desarrollo inmobiliario a ambos lados del río revolotean hace rato en torno a la propiedad. Por cara que sea, invertir en esa chacra solo por la ubicación y el valor del terreno, es comprar una gallina que ponga huevos de oro.

Pero, además, la tradicional casa de Susana dejó de ser un lugar privado. Muchas edificaciones alrededor tienen terrazas que permiten la visión por encima de la pared. Inclusive, algunos de los árboles han sido "apuñalados" con estacas de madera que los paparazzi usan a modo de escalones para sacar la infaltable foto anual de la diva en topless.

"A esta altura, está saturada de todo eso", agrega Gentile.

-¿Fue difícil construir la nueva casa de Susana en el medio de la nada?

-No es fácil. No hay caminería, y cada vez que llovía, se enterraban los camiones. Además, no hay suministro eléctrico, así que todo lo estamos trabajando con generadores propios, quemando gasoil a lo loco. La obra está lejos de todo, te olvidaste un tornillo y tenés que volver.

-Claro, en el lugar no hay infraestructura.

-Nada. No hay vecinos, la televisión solo llega en satelital y no hay red de telefonía fija, solo celulares, y cuando hay señal. Ahora se juntaron entre cien propietarios que compraron terrenos en la zona para hacer llegar el tendido eléctrico. Pero además, el pueblo de Garzón es muy chiquitito, no está preparado para recibir gente.

-¿Cómo va a ser la casa de Susana?

-Queremos reforzar la idea del rancho uruguayo. La construcción se está haciendo toda con piedra del lugar, que extraemos nosotros mismos. Susana es una mujer que vive muy para adentro, que le gusta la tranquilidad y la lectura; y recibir a sus amigos, así que la casa está diseñada para ese estilo de vida. Lo que está comprando es la paz.

-¿No está muy lejos del mar esta zona?

-Desde la ruta, son todavía veinte kilómetros más tierra adentro. Y acá la gente que viene en general compra playa. De todos modos, esta propiedad está en línea recta con respecto al nuevo desarrollo inmobiliario "Las Garzas", de Costantini, que sí está sobre la costa. No me extrañaría que muchos de los que compren en esta zona tengan su casa de campo en Garzón y, además, su casa de playa.

-Muchas casas en Punta del Este no están pensadas para el invierno, son casas de verano ¿La de Susana está diseñada para vivir todo el año, quizás con miras a retirarse en Uruguay?

-Yo creo que este va a ser su lugarcito en el mundo para descansar, para escaparse. Ella dice que no va a vivir acá todo el año. Pero tiene todas las comodidades para ser habitable en el invierno. Tiene hogares en todos los cuartos.

Pese a la falta de infraestructura y el aislamiento, la colina de Garzón amenaza con convertirse en la nueva ciudadela exclusiva de varios multimillonarios. Susana Giménez compró el terreno más alto, donde la vista "parece Suiza", agrega Gerardo Gentile. Pero el resto de los terrenos a su alrededor también fueron vendidos. Algunos pertenecen a empresarios e inversores brasileños y norteamericanos de nombres anónimos. Pero entre sus vecinos célebres, estarán pronto las familias Macri y Costantini, que también compraron terrenos en la zona. Eso sí, con varias hectáreas de por medio entre casa y casa. La privacidad, ante todo.

Diego Gualda para Revista Noticias