viernes 19 de abril del 2024
DESTACADA 11-09-2011 21:36

Wachiturros, solidarios hasta las lágrimas

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Habitación 228. Segundo piso del servicio de oncología del Hospital Pedro de Elizalde (ex Casa Cuna). Los Wachiturros entran sin golpear la puerta. Marcelo Di Lernia está jugando con su computadora. Mira sin creer lo que está pasando. “No puede ser”, repite. Su sueño era conocerlos. Cumplió 15 años, tiene leucemia y desde hace tres meses está internado. LIBRE fue testigo del encuentro.

Leito, bailarín y cara conocida entre los “turros”, rompe el hielo y empieza a bailar. Por un rato, la habitación se convierte en una fiesta.

Susana, la enfermera que organizó el encuentro, es “la madrina” simbólica de Marcelo. Él la eligió como su confidente y la semana pasada hablaron a solas: “Yo sé que estoy mal, Susana, me lo dijeron los médicos. Mi sueño sería conocer a los Wachiturros. Es la música que escucho y me encantan”. Ella no lo dudó y ese día le escribió un mail al representante.

Los Wachiturros no estaban preparados para la visita. Llegaron a la madrugada de una gira por el interior, grabaron una participación en El Trece y un remís los dejó en la puerta del hospital. Por eso improvisaron el regalo: una camisa autografiada y un par de anteojos. Cuando posaban para la foto, Leito –el mismo que había bailado y abrazado a Marcelo– empezó a llorar. “Me puse muy contento de verlo al chico así, que tenga esa sonrisa tan linda. Y me emocioné. Después fuimos viendo a más chicos con esa enfermedad y no lo podía creer. Lloraba, lloraba y lloraba”.

Antes de irse, los Wachiturros cantan a capela Tirate un paso, su canción insignia. Marcelo aplaude.

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Fotos: Cristian Scotellaro / Diario LIBRE

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