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Los Únicos deben cumplir una nueva misión: salvar a Hugo (Monje) de las garras de Livio (Belloso). La única pista que tiene el comando para dar con el escondite del villano es que un poderoso empresario mexicano, recién llegado al país, se encontrará con Livio.
Este empresario está alojado en un hotel cinco estrellas, vigilado durante todo el día. La única forma de acceder a él es aprovechándose de una de sus mayores debilidades: las acompañantes. De esta forma, María (Siciliani), vestida de manera muy sensual adoptará el papel de una acompañante escort, entrará en la habitación y, en un descuido del mexicano, le colocará un localizador en el reloj. De esta forma, llegarán a Livio.
Pero Diego (Martínez), que lo observa todo a través de las cámaras de seguridad, no soporta ver a María en esa postura. Su amor por ella le hace imposible continuar con la misión. Por eso, irrumpe en la habitación e impide que el empresario avance.
Ya en el cuartel, María y Diego hablan al respecto: ¿se sincerarán esta vez? ¿Se dejarán llevar por los sentimientos sin importarles poner en riesgo su rol en Los Únicos?
