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Cuando se trata del “renacer” la comparación con el Ave Fénix sale casi de forma automática en todas las conversaciones. Sucede que este animal es un símbolo sagrado de la mitología griega y tiene la particularidad de renacer de las cenizas luego de arder en una llama. De la misma manera se siente Julieta Prandi, en sus propias palabras, luego de transitar una conflictiva separación con Claudio Contardi, el padre de sus dos hijos: Mateo (8) y Roco (4).
Al ser consultada sobre la multa judicial que le puso su ex pareja para que no hable más en los medios sobre el caso aclaró: “Es una multa que puso el juez a pedido de mi ex marido” y entre ojos de tristeza, realizó un descargo ante las cámaras: “Me da bronca, impotencia, lo que quieran. Lo que les guste más, pero no quiero opinar y complicar más la situación. Yo quiero terminar con todo pero los tiempos judiciales son lentos y hay que esperar ciertas cosas”.
Luego de mostrar su absoluto descontento por la desafortunada situación que le tocó vivir junto a la persona con la que en algún momento decidió formar familia, Prandi aclaró que su “duelo” fue ser un Fénix para poder enfrentar el desgaste físico y mental que le generó enfrentarse con litigios judiciales y verbales contra Contardi. “Yo tuve que convertirme un poco en cenizas y reencontrarme conmigo misma este año. Tuve que empezar todo de vuelta”, confesó dolida en diálogo con Nosotros a la Mañana.
Yo quiero terminar con todo pero los tiempos judiciales son lentos
Recordemos que la actriz afirmó que vivió un calvario al lado de Contardi y que ahora al separarse (pese a que él no quería) recuperó la paz. Según sus polémicas confesiones , su casa era el paisaje más oscuro que había. “Fue un infierno en tierra, horrible. Una locura. En mi propia casa me desaparecieron el celular y la billetera para que no pudiera viajar a Uruguay a trabajar. Los había escondido en el freezer. Fueron muchas cosas que hicieron que me sienta obligada a irme”.
En mi propia casa me desaparecieron el celular y la billetera para que no pudiera viajar a Uruguay a trabajar
A tal punto terminaron mal las cosas que ella misma aclaró en diálogo con el programa de la mañana de El Trece que tienen un régimen de visitas por los nenes y como la causa de denuncia lleva la etiqueta por violencia familiar no hay pernocte en la casa del padre para los chicos, y hay una restricción perimetral que seguirá vigente hasta el 18 de noviembre.
A.A
