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En estos momentos Jorge Rial se encuentra disfrutando de su cumpleaños nº 58 en medio de unas vacaciones con su esposa, Romina Pereiro, paseando por la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos de América. Pero a pesar de su natalicio y de las alegres postales que comparte junto con la nutricionista, la sonrisa de su rostro puede cambiar abruptamente cuando regrese a la Argentina o si se sienta a ver un video perteneciente a Los Ángeles de la Mañana (El Trece).
Eso se debe a que en el día de hoy hubo un arribo al Aeropuerto Internacional de Ezeiza que puede llegar a hacer temblar al conductor de Intrusos (América), ya que en uno de los aviones que aviones que aterrizó en la pista del Ministro Pistarini viajó nada más ni nada menos que Mariana “Loly” Antoniale, su ex pareja que tantos dolores de cabeza le supo traer luego de su separación a mediados de 2015.
Así como una vez Marilyn Monroe entonó Happy Birthday, Mr. President al mandatario estadounidense John F. Kennedy en su cuadragésimo quinto cumpleaños, Antoniale podría realizar una picante performance si decide contar “su verdad” sobre lo todo lo que le sucedió en su vida durante el vínculo amoroso que tuvo con el periodista, tal cual afirmó en una ocasión uno de los mayores rivales de este, Ángel de Brito, cuyo interés por tener a la modelo en su programa como panelista, o al menos de invitada, es más que conocido, ya que él mismo reveló que se lo ha ofrecido en varias oportunidades.
Por el momento, Loly solo dialogó con LAM en una desconcertante nota realizada en el Aeropuerto de Ezeiza que dejó más dudas que certezas debido a sus respuestas evasivas, y en la que solo tuvo una contundente reacción al decir que “está alejada de los medios por decisión suya” y cuando le consultaron sobre Rial y la posible confesión de toda su versión de la escandalosa historia.
“Yo no tengo nada de qué hablar”, sostuvo Antoniale de manera categórica, aunque también dejó una puerta abierta a romper el silencio sobre su ruptura con Jorge al agradecerle a De Brito por siempre haberle brindado un espacio en sus programas. “En algún momento voy a ir”, aseguró, por lo que el reloj para que se concrete una posible jugada mediática en contra suyo es uno de los peores regalos de cumpleaños que recibió Rial en su día.
L.L.
