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El domingo 25, a las 21, vuelve una producción argentina a la pantalla de HBO Latin America con El jardín de bronce. Basada en la novela homónima de Gustavo Malajovich que cuenta la historia de la desaparición de una nena y de la desesperada búsqueda del padre en una Buenos Aires que, literalmente, se la devoró. Así lo siente el espectador de la serie, que desde el comienzo muestra grandes planos de la ciudad, tiene la sensaciónde que “es inmensa y esa nenita se perdió ahí”, como explica uno de los directores, Pablo Fendrik.
En esta producción de Pol-ka, con guión del propio Malajovich y de Marcos Osorio Vidal (el mismo de La fragilidad de los cuerpos), se respeta un libro cinematográfico que toma a la capital argentina como un personaje más, destinada a interponerse entre Fabián Danubio (el siempre eficaz Joaquín Furriel) y su pequeña. En el medio se irán quedando algunos personajes y apareciendo nuevos, especialmente los miembros de la policía que terminan propiciando que el hombre haga la investigación por sus propios medios.
Así Danubio va a estar cerca de la oficial Lidia Blanco (una contenida Julieta Zylberberg) y del particular investigador privado, César Doberti (magistral en la piel de Luis Luque), un personaje hermoso y colorido que se comprometerá con el caso a lo largo de los 8 episodios que tiene esta historia. Alrededor aparecerán caras conocidas pero tan ajustadas a la historia que costará reconocerlas, una situación intrigante cuya culminación sólo conocen los que amaron la novela y un gran trabajo en la realización con el sello de calidad de HBO.
Los atractivos de la serie son tantos que ha sido vendida a localidades tan dispares como Europa del Este, países asiáticos y en otros importantes mercados que seguramente tomarán esta historia ajena como propia.
Por Patricia Daniele | @Pato_Daniele
