Marcelo Tinelli debió abandonar la conducción del Bailando porque en pleno vivo se le cerró la garganta y tuvo que dejar la conducción en manos de Moria Casán, quien fue a socorrerlo. A pesar que mandó algunos tuits desde su camarín mientras lo atendían, el conductor quiso volver al piso para llevar tranquilidad.
"Gracias a todos. Fue un momento muy feo. Perdón a todos", dijo el conductor, que regresó con su cuello cubierto, y con la voz muy dañada. "Vi que venía esto y tenía que volver", bromeó al señalar los abdominales de Cristian Sancho, que estaba esperando la devolución del jurado.
"No era una joda, fue tremendo. El doctor Labonia me dio una inyección que me rompió el traste", dijo sonriente, al explicar que le aplicaron un corticoide para que pueda regresar al piso. "Sentía que me ahogaba", cerró Marcelo que tiene laringitis.