martes 16 de abril del 2024
MúSICA 16-02-2017 12:53

Con ADN Cadillacs rumbo al Madison

Por Gustavo Mendez | El hijo de Flavio y el de Vicentico están en la legendaria banda, eligen temas, aportan su nuevo sonido y en marzo tocan en NYC. Galería de fotosGalería de fotos

A Florián Fernández Capello (21) y Astor Cianciarulo (19) los unió, desde su nacimiento, la relación entre sus padres, Vicentico y Flavio, los líderes de Los Fabulosos Cadillacs. “A Florián lo conozco desde bebé. Es más, el día de mi nacimiento él estuvo ahí. Es un hermano de la vida”, remarca Astor. Unidos por el universo Cadillacs, momentos de camarines, shows, giras y cumpleaños, Florián y Astor afianzaron la amistad y supieron del éxito de sus padres de manera consciente en la gira de regreso Yo te avisé (2008). Rebeldes, contradijeron a sus madres muchas veces, faltaron al colegio para no perderse recitales en Perú o México. Lo que hace diez años vivieron desde abajo del escenario, hoy a estos pibes nacidos en los 90 los encuentra siendo protagonistas de la nueva formación de una de las bandas que traspasó las fronteras y logró jugar en la primera división latina junto con Soda Stereo.

—¿Quién les propuso sumarse a LFC?

FLORIAN: Siempre hubiéramos querido ser parte. En 2013 comenzaron a pensar cambios, y Sergio (Rotman) le dijo a mi viejo: “Para mí que el guitarrista tiene que ser Florián”. Mi viejo no lo quería plantear porque era raro, porque la banda son cabezas que funcionan a la par. Cuando hablaron, aceptaron, y a mi viejo se le ocurrió sumar otra batería con Astor. Flavio decía: “Sí, está bueno, pero a la vez cómo hacemos. Ensayamos y de repente funcionó todo a la perfección”. Suena un poco distinto la banda, pero no se perdió el espíritu de los Cadillacs.

—¿Cómo vivieron ese camino de verlos en vivo a ser parte de una banda consagrada?

ASTOR: No sé explicar. Es muy fuerte. Se me pasaron miles de cosas por la cabeza. En el primer show en Monterrey, en abril del año pasado, cuando empezó a sonar Quinto Centenario volví a mis 10 años, lo veía a mi viejo al lado y quedaba flasheado. Cuando éramos pendejos con Florián y terminabamos de tocar los dos temas que siempre nos invitaban siempre decíamos: “¡Qué ganas de tocar todo el show!”. Me acordaba de eso y ¡ahora está pasando!

—En los shows, ¿hay cruces de miradas con sus viejos, Vicentico y Flavio?

F: En el escenario hay cruces de miradas de diversión. Es raro que nos pongamos a marcar pautas en el momento. Charlamos antes. Vemos la lista de temas con mi viejo, lo compartimos, me encanta, y con Astor propusimos temas viejos que no los tocaban, y los copamos, por ejemplo, Las venas abiertas de America Latina, Carmela, Yo te avisé, temas que tenían guardados. Mi viejo me puede dar un consejo, pero a esta altura está todo asentado. También recuerdo que le rompí tanto para que vuelvan a juntarse, que me da felicidad que hayan vuelto y hoy ser parte. A: Es un momento grosso, hay muchas miradas locas, siempre risas. Amor, puro amor. Hay momentos que uno se equivoca, nos miramos y nos cagamos de risa. Y después termina el show, decimos: “¡Como nos cruzamos en tal canción!”. No pasa nada, somos de reírnos del error.

—¿Se sienten un Cadillac?

F: No. Me siento parte de un momento de los Cadillacs y eso me agrada mucho más. Son una banda con tanta trayectoria, es muy valioso ser parte. Para mí el guitarrista siempre será el Vaino (Rigozzi, manager de LFC). Hoy me toca a mí, y es increíble. A: No. Me siento yo, esto es parte de nuestras vidas. Me siento natural, súper comodo, es tocar con la familia. Nunca tuve en estos momentos esa presión de estar dentro de Los Cadillacs.

— En marzo tocarán en el Madison Square Garden, ¿cómo se vive la previa?

A: Es grosso, grossísimo. Es un sueño. Un lugar que lo veo en videos, y ahora en marzo vamos a estar ahí, donde pasaron los Red Hot Chilli Peppers, Paul (McCartney), y me imagino ya de estar ahí parados tocando una y otra vez. F: Estamos todos entusiasmadísimos. Estamos con un cebe total, y en realidad antes vamos a tocar en el Vive Latino, el festival más grande de Latinoamérica, y de ahí a Los Angeles, Dallas, Miami y luego Nueva York. Será lo más grosso que viviré en mi vida, el punto más alto. Soñé con eso, pero que se me daría a los 50 años, no a los 21, por eso les debo muchísimo a Los Cadillacs que me cumplieron un montón de sueños.

LOCURA PUNKROCKER. Actualmente, Florián Fernández Capello, hijo mayor de Vicentico y la actriz Valeria Bertuccelli, hermano de Vicente, se encuentra en los Estudios Panda grabando el segundo disco de Callate Mark. “Tendrá 12 canciones, un disco corto porque la gente ya no escucha discos, escucha canciones. Hoy se sube a Spotify y la gente elige lo que quiere”, dice el guitarrista. Astor, criado en las arenas y playas de Mar del Plata, de padre surfer y skater, terminó de editar el primer disco de Visión, la joven agrupa

ción en la que toca el bajo y canta. Grabado en el Abasto, con Alvaro Villalba, en breve saldrá a la calle. Florián y Astor son fanas de los primeros discos de Red Hot Chilli Peppers, The Who, The Clash, 2’, les gusta el punk rock, y en el horizonte sin fecha planean asirse en un mismo proyecto musical. “Tenemos ganas de hacer una locura punrocker, podrida, distorsionada, elegante, californiana, funky reggae californiano. Tenemos ganas de jugar con un funk poderoso, funky reggae, onda Parliament”, revela Astor.

* De la redacción de Diario PERFIL

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