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Vicky Xipolitakis cumplió con las expectativas, y fue la gran invitada del segundo programa de Susana Giménez. La ex de José Ottavis rompió el silencio sobre su separación del diputado bonaerense, y prendió el ventilador, sin pelos en la lengua.
"Me fue infiel", fue lo primero que reveló la vedette. "Vi un montón de situaciones y cosas que me provocaba, me 'psicopateaba'. Descubrí cosas, fotos con otras chicas que estaban en el mismo estado que él, con esos polvos blancos en el cuerpo, teniendo relaciones. Me decía que eran fotos viejas pero con fecha actual. Encontré cosas en la casa, eróticas. Desde trajecitos hasta juguetitos", agregó, ante la sorpresa de Susana.
En una entrevista que llegó a picos de 22 puntos de rating, Xipolitakis, que permaneció en silencio desde el 25 de mayo, cuando anunció su separación, le confió a Susana los problemas con las drogas de Ottavis.
"Él estaba en su mambo. Cinco o seis días estaba sin dormir. Yo estaba viviendo la vida de un drogadicto sin serlo. Yo era la única real en su casa. Todos los que tiene a su alrededor son compañeros de narices. Llega el día que el cuerpo se le moría y desaparece para descansar. Fue el mismo día de los Martín Fierro, que lo estaba llamando para que lo despierten porque se dormía todo el día y no daba más. José es una persona enferma, ojalá se pueda curar por el hijo que tiene, que fue muy bueno conmigo, lo quiero y lo respeto", señaló.
"Me separé porque no era feliz. Sufrí una decepción muy fuerte. Me decepcionó como hombre y como persona. Me estaba borrando la sonrisa. Yo soy felicidad, soy luz y me metí en un lado que era todo oscuridad", afirmó Vicky, y confirmó que el político estuvo internado en Mar del Plata: "Estuvo en la guardia, le pusieron dos sueros y medio para revivirlo un poco".
Por último, negó que haya habido violencia física. "Nunca fue agresivo. Pasa por otro lado, pasa por la falta de respeto, eso es traición. Me manipulaba, me psicopateaba. Me apagaba el teléfono, me decía que no tenía batería, pero lo volvía a prender y estaba lleno de mensajes. Después decía que no se acordaba la contraseña, me hacía todo en la cara. Me decía que si lo dejaba se mataba. Una vez se puso un banquito, se colgó de la ventana y me dijo que se mataba. Otra vez me dijo que si lo dejaba se ahogaba", subrayó.
"Él no puede ni con él menos con una relación. Es una personaja demasiada enferma para alguien sana como yo", cerró Xipolitakis.