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La chica trans que participa de Gran Hermano, Valeria "Alegría" Licciardi, le dio una entrevista a Franco Torchia en su programa "No se puede vivir del amor", el pasado 24 de abril, días antes de ingresar al reality show.
Uno de los temas que trató fue la relación con su genitalidad, ante lo cual tomó distancia de la idea de que operarse es un paso previo a la felicidad: "Yo de chica pensaba que mi felicidad pasaba por el día de mañana operarme. Con el tiempo me di cuenta que la felicidad a mí no me pasaba por ahí sino por aceptarme. ¿Cuál es el problema si me gusta? También me pasó con otras partes de mi cuerpo".
En el estudio de La Once Diez/Radio de la Ciudad, Licciardi sostuvo que "una no está condicionado a la genitalidad que tiene" y contó que haber estudiado teatro la ayudó a tener una buena aceptación de su cuerpo: "Mi relación con mi cuerpo es un camino de aceptarme, de quererme. Yo de chica hice teatro y de más grande me fui metiendo en distintos talleres. Hacer teatro me ayudó mucho a aceptarme y a quererme".
Valeria, además, contó que se dedica a hacer ropa interior para trans y brindó detalles sobre su emprendimiento: "Empecé haciéndome bombachitas y queriendo compartir la experiencia. Empecé con algunas chicas que conozco, les gustó y se empezó a masificar un poquito. Combino un género que para nosotras es práctico, como el spandex, para trucar el asunto, pero tiene que ver con cuidarlo, contenerlo y protegerlo".
En este sentido, resaltó que "la realidad es que biológicamente somos varones" y que "hay distintos tamaños", por lo que hay tres modelos diferentes de bombachas y está incursionando en nuevos formatos: "Es más ancha. De esa manera, se puede agarrar más y contener. Está toda forrada. Ahora estoy tratando de mejorar la parte de lo que sería abajo de los huevos. El otro día Lizy Tagliani me pidió veinte".
La participante de Gran Hermano reveló que ella presentó uno de los amparos que sirvieron para promover la Ley de Identidad de Género, y afirmó que lo que falta es "que la ley se empiece materializar", para lo cual subrayó que "los médicos necesitan capacitación". "Los médicos perfilan el tratamiento hormonal pensando que lo que viene es una operación de reasignación de sexo. No en todos los casos es así", aseveró.
De esta forma, Licciardi planteó que "no todas se meten en el mundo de las hormonas para hacerse una operación de cambio de sexo", sino que también lo hacen "para disminuir ciertas cositas que le incomodan, como por ejemplo el vello".
