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La co-conductora de "Argentina Despierta", Amalia Granata, aseguró que Gisela Bernal "está muy golpeada mediáticamente" y que "tiene una condena social importante".
Tras la entrevista que le hizo para el programa de Chiche Gelblung, Granata contó que cuando se fueron caminando juntas después de la nota la gente que pasaba tenía una "mirada rara" hacia la bailarina: "La gente la miraba como si estuviera viendo a no sé quién. No sabían si decirle algo o no. Está como sea mirada rara, prejuiciosa. Yo siento que la chica está en el piso y le siguen dando patadas".
En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad, entrevistada por Moskita Muerta, Granata comparó el caso Bernal-Diwan con la pérdida del bebé de Juana Viale: "Esto me hace acordar a cuando pasó lo de Juanita Viale, que el límite fue que la chica pierda un bebé de ocho meses. Tuvo que pasar una desgracia para que paren con la chica. Se ensañaron con ella. En este caso me parece lo mismo. Es inhumano y cruel lo que le están haciendo".
Asimismo, Granata afirmó que Bernal "es como María Magdalena para la televisión", ya que "si no estuviéramos en el 2015, la querrían apedrear". De esta forma, analizó que los canales "pretendían que vaya a un programa de televisión en vivo y la hagan mierda diez panelistas, y verla desangrar". "Es una locura. Gisela es una mujer, es una madre", reflexionó.
A la vez, contó que logró hacerle la nota grabada gracias a que el abogado de Bernal es su mejor amigo, por lo que tras una charla fuera del aire accedió a darle la nota: "Ella no va a ir a ningún programa en vivo porque no está preparada anímicamente, está muy golpeada. Conmigo se sintió con una empatía diferente, ustedes vieron lo cómoda que estuvo, pero ella no está preparada para que la indaguen, para que la pinchen".
Por otro lado, Granata se refirió a la llegada de Agustina Kämpfer al Bailando por un Sueño, y criticó a Ideas del Sur por convocarla y a la periodista por haber aceptado: "Ella está imputada en una causa gravísima. Ir al Bailando es de una liviandad y una impunidad que estamos acostumbrados. No tendrían que haberla llamado y ella, por un poco de respeto a los argentinos que laburamos, tendría que haber dicho que 'no'".
En este sentido, subrayó que "la corrupción es parte de nuestra vida" y que "no tengo ganas de bancarme esto como ciudadana". Al ser consultada sobre si Kämpfer podrá pasar el voto telefónico, expresó: "No, yo creo que ni los mismos K la votan".
