Compartí esta nota
Amalia Granata anunció ayer su separación de Martín Redrado, luego de poco menos de cinco meses de relación, y aclaró que no había terceros en discordia y que al economista "lo adoro. Hay como un vínculo familiar que está bueno y que no vamos a cortar pero quedamos como amigos".
Sin embargo, la situación no sería tal, y en verdad la conductora y el ex Presidente del Banco Central seguirían en pareja.
Así lo revela esta mañana el diario Muy, que cita fuentes del entorno político de Redrado. "La relación sigue en pie. El plan es bajar la exposición de cara a las elecciones, porque la relación no medía bien", aseguran.
"Es una persona muy respetada desde lo académico, pero la exposición que tuvo su vida privada empezó a molestar dentro del partido", explicaron al matutino fuentes cercanas.
El propio Sergio Massa ya lo había "retado" en apariciones públicas. "Redrado aparece más en los medios por su vida personal. Yo no me meto en la vida personal de nadie, pero yo lo quiero preocupado por resolver el tema inflación", había dicho.
De acuerdo a Muy, una de las cosas que más molestaron hacia el interior del Frente Renovador es que se hayan filtrado los chats con Luciana Salazar en los que se hablaba de una posible nominación como canciller. "No había nada hablado hacia el interior del partido", reconocen.
Desde el entorno político de Redrado, esperan que el economista vuelva a ser consultado por los planes económicos en los que trabaja, y no por cuestiones del corazón. Mientras tanto, su familia prefiere a Granata antes que a Salazar, aunque "sus hijos no quieren saber nada con que su padre salga con mujeres tan mediáticas", afirma la fuente de Muy, a la vez que revela que la foto de Tomás y la rosarina "fue más una chicana para Luciana que un apoyo a Amalia".
