viernes 19 de abril del 2024
TELEVISIóN 28-02-2015 08:24

Continúan las grabaciones de "Esperanza Mía"

Continúan las grabaciones de “Esperanza mía”, la nueva comedia producida por Pol-ka para El Trece protagonizada por Mariano Martínez, Lali Espósito, Gabriela Toscano, Ana María Picchio, Carola Reyna, Rita Cortese, Federico D`Elía, Angela Torres y Tomás Fonzi. También serán de la partida Natalie Pérez, Alejandro Fiore, Karina K, Mónica Cabrera Leticia Siciliani, Vanesa Butera, Gipsy Bonafina y Laura Cymer.

Las primeras escenas de esta comedia romántica se grabaron en una terminal de ómnibus de la localidad de Pacheco, donde Julia (Espósito) y Tomás (Martínez) se ven por primera vez. Ambos protagonistas se mostraron de excelente humor apenas pisaron el set y enseguida se pusieron a disposición de Sebastián Pivotto -el director a cargo de la unidad de exteriores- para establecer cómo iba a ser la toma inicial.

Asimismo, ya se inició el rodaje en los estudios de Pol-ka Producciones correspondientes a la Unidad 1, donde están montados los decorados correspondientes al convento y la empresa de Máximo (Fonzi), El director a cargo es Lucas Gil.

"Esperanza mía" es una comedia romántica que cuenta la historia de amor prohibido entre Julia Albarracín (Lali Espósito) y Tomás Ortiz (Mariano Martínez).

Julia es una joven de 21 años que vive en La Merced -un pequeño pueblo del interior- junto a su madre adoptiva Blanca, que trabaja como operaria en una fábrica. A raíz de la contaminación que genera la propia planta, Blanca contrae una grave enfermedad. Empeñada en descubrir el origen de este mal -que también aqueja a otros compañeros de la fábrica- la mujer consigue unas pruebas contundentes que incriminan a los dueños. Pero la enfermedad -ya avanzada- resulta ser letal y, antes de morir, Blanca le entrega la documentación a Julia, rogándole que se la lleve lo antes posible a un abogado que reside en Buenos Aires.

En su periplo hacia la gran ciudad, Julia conoce por casualidad a Tomás, un joven sacerdote que regresa a sus pagos tras cuatro años de ausencia. Ambos no podrán quitarse los ojos de encima durante todo el trayecto. Y una atracción inmediata surgirá entre ellos.

Pero la travesía se pone cada vez más peligrosa: Julia descubre que dos matones vigilan sus movimientos. Entiende que la denuncia que trae entre manos es material sensible que puede afectar a personas poderosas.

Decidida a cumplir con la última petición de Blanca, Julia cree conveniente refugiarse en el Convento de Santa Rosa, cuya Madre Superiora (Ana María Picchio) solía ser amiga de la infancia de su madre adoptiva. Temerosa de que la descubran, a la Madre Superiora se le ocurre hacerla pasar por una novicia, rebautizándola con el nombre de Esperanza.

Julia se adapta a vivir entre las monjas, sin saber que una de ellas, Sor Clara (Gabriela Toscano) es nada menos que su madre biológica. Clara quedó embarazada muy joven -luego de una relación con un hombre casado- y decidió entregar a la beba a la Madre Superiora quien, a su vez, confió su crianza a su amiga Blanca. Luego de este hecho, Clara decidió tomar los hábitos.

Por su parte, Tomás se reencuentra con su hermano Máximo (Tomás Fonzi) quien se hizo cargo de la empresa familiar luego de la muerte accidental de sus padres. A diferencia de Tomás, Máximo es un hombre ambicioso, sin escrúpulos, dueño -entre otras propiedades- de la fábrica en la que trabajaba Blanca. Su novia Eva (Natalie Pérez) también lo secunda en estos manejos fraudulentos. Pero oculta que aún está enamorada de Tomás, ya que ambos mantuvieron una relación cuando eran muy jóvenes.

La quita del subsidio al convento por parte de Máximo (una colaboración que su padre solía hacer mensualmente) despierta el enojo de Tomás, quien se opone tajantemente a la decisión. Por tal motivo, comienza a tener vínculo más cotidiano con las monjas, entre ellas la propia Esperanza.

Esperanza, al estar oculta bajo una identidad falsa, no puede revelarle la verdad. Ella no es una novicia y se ha enamorado perdidamente de él. A su vez Tomás, con el tiempo, ve flaquear su vocación religiosa.

Mientras el amor crece entre ellos, Esperanza no olvida su misión: descubrir quiénes son los responsables de la muerte de su madre y lograr que se haga justicia.