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Que sí, que no. Que vuelven, que se van a separar. Que los hijos de él no la quieren. A esta altura, la relación entre Martín Redrado y Luciana Salazar rebota en los medios todo el tiempo sin que se sepa, a ciencia cierta, la verdad de la crisis que ambos viven. Lo cierto es que por fuera de la pantalla, los dos siguen conversando, tratando de limar las diferencias que en el fondo, parecen irreconciliables.
El problema de base reside en una cuestión: Salazar quiere tener un hijo con Redrado, y él no. De viaje por Estados Unidos junto a sus hijos, el economista siente que se le fue de las manos tanta exposición frente a este tema. Aunque él lo niegue, en su entorno este desgaste mediático ha afectado considerablemente su imagen política. Sin embargo, él repite que lo suyo este año es el asesoramiento económico. En cuanto a su situación personal, sigue teniendo claro que, ante todo, no quiere tener más hijos.
“Hay muchas diferencias de enfoque, aunque el diálogo continúa”, dicen cerca de él. Lo cierto es que en el propio Redrado hay algo de ella que le molesta, y con lo cual no está dispuesto a negociar: sus obsesiones. En la lista se ubica en primer lugar la de ser madre.
Nuevo round. Esta semana Salazar estalló de furia con la panelista Claudia Segura, quien criticó a la vedette. Invitada a un programa de televisión, Segura dijo considerarse amiga de la ex esposa de Redrado, Ivana Pagés. En ese marco aseguró que Salazar no hizo méritos suficientes para ser la mujer ideal del economista. “Para una mujer que, por lo que sé, es tremendamente celosa y es muy insegura, es bastante difícil tener a un hombre como Martín Redrado al lado”, disparó en el Diario de Mariana.
Salazar no se quedó callada y le contestó por Twitter: “Menos mal que hablar es gratis”, dijo. Y agregó: “Claudia Segura, si vos sos amiga de la ex de Martín, me das a entender cualquier cosa. ¿Te mandó ella?”. Para finalizar, Segura contraatacó: “Luciana hace lo mejor que puede, pero creo que escupe al cielo. Y Martín también tiene muchas contradicciones. Yo si soy la mujer de un político, no salgo a decir que me engañó, me maltrató, no le voy a creer más. Siempre está quejándose”. Luli no fue la única indignada frente a las declaraciones de Segura. Desde Estados Unidos, Redrado sostuvo no saber quién es esta mujer. “Ni yo ni mi ex la conocemos”, dijo molesto.
Por Agustín Gallardo | Publicado en Diario Perfil
