sábado 20 de abril del 2024
DESTACADA 22-03-2014 17:04

El cáncer en la ficción

La doctora Mariana Lestelle reflexiona acerca del tratamiento que se le da a la enfermedad del personaje de Soledad Silveyra en "Mis amigos de siempre".

Hay algo que se considera muy importante en medicina: es cómo lo cotidiano afecta la percepción o colabora en la prevención de patologías. La televisión sin duda forma parte de nuestra cotidianidad. La ficción televisiva es sin duda parte de nuestro hábito.

El cáncer ha sido maravillosamente abordado en la ficción. Se me vienen a la cabeza, al igual que a ustedes, maravillosas películas abordando el tema, y la sin duda popular serie Pulseras Rojas.

Como todas las enfermedades, algunas personas con cáncer se curan, otras no.

Desde la vida y la televisión real tratamos de desestigmatizar al cáncer como un sello de muerte en la frente, porque en la realidad médica, el cáncer mata menos que los accidentes o los problemas cardiovasculares.

Pero ver en una ficción que me gusta ver, que es de características populares, como Mis amigos de siempre (MADS), tocar la enfermedad cáncer sin nombrarla y poniéndole una carga mortal, estigmatiza y quita esperanzas.

Al personaje de Soledad Silveyra le diagnostican un "tumor maligno". No dicen la palabra cáncer, no dicen cáncer de qué, simplemente vemos a la protagonista llorando y a sus amigos de siempre haciendo un velorio en vida, sin hablar de posibilidades terapéuticas. Y yo pienso en los que miran. No solo pacientes con cáncer, sino sus familias, sus amigos.

Trabajo en un hospital de oncología. Todos los pacientes tienen diagnóstico de cáncer, y somos un equipo multidisciplinario en salud que tratamos de explicar, contener y tratar a los pacientes y a sus seres queridos.

Este trabajo del minuto a minuto se ve seriamente comprometido cuando en una ficción televisiva al cáncer no se lo llama por su nombre, y se lo iguala a la muerte.

Desde el mayor de los respetos, así como hay excelentes autores que tratan temas de salud en la ficción, les pido a los autores de esta ficción de El Trece que piensen y que se asesoren antes de tocar un tema de salud que tantos viven en su vida cotidiana.

Es duro el diagnóstico de cáncer, como de cualquier otra enfermedad. Pero si al diagnóstico le agregamos una carga social, fuera de un margen de contención terapéutica, claramente se está errando.

Así que cariñosamente, si la protagonista se te va de la novela para ir a ShowMatch, no utilicen el cáncer como sinónimo de muerte. Hacen mal a mucha gente.

Dra. Mariana Lestelle

Directora asociada del Hospital zonal de Oncología Luciano Fortabat de Olavarría