viernes 29 de marzo del 2024
DESTACADA 06-02-2014 01:19

María Julia Oliván: "Cristina vive en una burbuja"

María Julia Oliván protagonizó un fuerte cruce en Intratables con su compañero Fernando Cerolini, luego del discurso de Cristina Fernández, quien llamó a la militancia a controlar los precios, tema que se debatió en el programa en el que estuvo invitado el economista "K" Santiago Fraschini.

Oliván dio a entender que un "laburante" no puede darse el lujo, encima, de estar amonestando comerciantes, y ejemplificó con lo que vio en un local de zapatos cercano a su casa, en el que hace semanas un modelo costaba 850 pesos y ahora, al no lograr venderlo, lo habían bajado a 250: "¿Y yo qué puedo hacer? ¿Entrar al local y decirle al pibe: 'Sos un chorro'? Yo tengo que dedicarme a mi trabajo y a pagar los impuestos. El que se tiene que ocupar de los precios es el Estado".

Cuando tuvo la palabra Cerolini, pidió dejar de lado "los comentarios de Señora Gorda" por lo que había dicho la panelista del ciclo, y Oliván explotó, y con lágrimas en los ojos acusó a Cerolini de descalificarla, y exigió que le pida perdón, cosa que hizo Santiago del Moro en nombre de todos en el programa.

Pero la cosa no quedó ahí, porque en su blog, la periodista dio rienda suelta a su bronca, y contó lo que pasó en el corte.

"Fui un segundo al baño a tomar silencio. Tenía los ojos colorados un poco por cansada y otro poco porque me enojé durante el debate y me saltaron un par de lágrimas. Estaba yo en mi rollo, cuando entro ella. Una chica delgadita a la que el uniforme de trabajo le quedaba por lo menos dos tallas grande, de ojos verdes y grandes que, como los míos también, anoche, estaban rojos", arrancó, y relató la historia de Clarita, una trabajadora de maestranza del canal, que fue a hablar con ella.

"'Te vine a buscar porque me hiciste emocionar. Lo que dijiste que nos pasa a los laburantes es así y escuchar como habla ese pelado me pone re mal, me hace dar la re bronca' (en referencia al funcionario Ka y economista Santiago Fraschini)", continuó su relato Oliván.

"Clara gana poco más de 4500 pesos, viaja dos horas en bondi porque a esa hora no hay trenes y llega a casa a las 2 AM, porque su horario finaliza a las 12. Rescata a los nenes de lo de su mamá y se los lleva alzados medio dormidos hasta su casa a pocas cuadras. 'La cosa es com vos decís, a veces me tengo que pensar si cargo la SUBE o si compro pañales. A veces no tengo para comprar arroz. No se para donde disparar, no se qué hacer. No tengo plan porque trabajo... A veces no doy más'", escribió la panelista.

Y continuó explicando que no se molestó por pensar que Cerolini la estaba tratando de "gorda", sino "porque mi opinión fue descalificada y lo que dije me salió de las entrañas. Porque yo sé lo que sufre un laburante. Porque a mí tampoco me alcanzaba para la SUBE (cuando viajaba en el Roca, no existía la SUBE pero es figurativo) y tenía que pensarme dos veces si me compraba una ensalada en el almuerzo".

"Porque lo que describo que le pasa a los laburantes con la inflación creciente es un drama muy doloroso. No es un debate entre dos modelos. Eso es para la Facultad, chicos... No hablo de los que pueden hacer un viajecito a Córdoba o Mar del Plata, que bien merecido se lo tienen. Hablo de los que siempre pagan los platos rotos y están un poco más abajo de la escala salarial. Los que llenan los trenes a las 6 de la mañana. Los que regresan, también, de noche", relató.

Oliván siguió contando que en el corte, también, tuvo un cruce con Fraschini y, enojada, le pidió que le tire "unos mangos" a Clara, "la compañera que tiene que comprarle pañales a los nenes".

Y en su descargo, le escribió directamente a la presidenta.

"No quiero usar el recurso del colega Nelson Castro pero es que no encuentro las formas. Quiero escribirle esta línea a la Presidenta: usted puede discrepar mucho con Caló (el líder de la CGT oficialista que denunció que hay trabajadores que pasan hambre) pero eso es sencillamente -y con todo el respeto que me merece su investidura- porque usted vive en una burbuja", arremetió.

"El ajuste está hecho. Claro, no es la megadevaluación que pretenden con extorsiones los sojeros, pero es muy difícil vivir en la Argentina y ser un laburante común (ya se que hay gremios fuertes que lograron salarios altos, pero son un porcentaje menor en la masa de laburantes)", explicó.

"Es muy difícil también, ser un profesional exitoso y progresar. Porque si uno no progresa, ¿para qué carajo estudia, trabaja, arma proyectos, crece y tiene inquietudes?. O me va a decir que aspirar al progreso también es un invento de Héctor Magnetto? El progreso es una tradición de nuestros abuelos gallegos y tanos, los que hicieron este país. El progreso es lo que moviliza una sociedad", señaló.

"Pero en este ispa es más fácil ser un vivillo o un militante rentado. O un artista o periodista chupamedias que cobra sueldos que nunca nadie en el mercado le habría pagado, porque hasta el kirchnerismo eran perfectos desconocidos. (Aclaro por si todavía hay un despistado que piensa que yo cobré un buen sueldo en 678 que nada que ver. Que en 2009 me pagaban lo mismo que el 2005 en otro canal con menos responsabiliad y que lo hice antes de entender el obejtivo político del programa. Cuando era harto evidente me fui y me quedé bastante tiempo sin laburo)", recordó.

"Este país me bajonea. Nos bajonea. Y usted, señora Presidenta, después quiere que no haya cadena de la 'mala onda'. Como si el problema de la Argentina se solucionase con un grupo terapéutico y no con medidas concretas de la macroeconomía. Llévennos un ratito a su mansión del Calafate a comer cordero patagónico con su hijo Máximo, a ver si nos da ganas de juntar fuerzas, seguir adelante y sacar del zapping la cadena de la mala onda", advirtió.

"Por favor, tenga una reunión secreta con una Clarita cualquiera. Con un laburante de verdad. Con uno que no maneje un Audi", señaló, y cerró: "Les mando un beso y sigamos luchando porque todo termine en paz. Besos a todos y a todas. Más aún a las gorditas".

El texto completo de María Julia Oliván