jueves 18 de abril del 2024
DE PASILLO 22-03-2013 16:51

Marcela Tinayre y un confuso episodio en la embajada de EEUU

Gran revuelo causó lo narrado en La Pavada de Crónica sobre un suceso que ocurrió con Marcela Tinayre en la Embajada de los Estados Unidos.

Según la sección de Crónica, la hija de Mirtha Legrand, junto a su marido Marcos Gastaldi y su hijo Nacho Viale estaban haciendo la cola en la representación norteamericana cuando alguien la convocó para pasar adelante, lo que causó algunas quejas.

Tinayre intentó explicar lo ocurrido en el Diario Crónica: "Las filas en la embajada son todas por número, cada uno por un tema distinto. A mí me llamaron de la fila y me dijeron: 'Pase, señora, la están esperando'. Yo pasé y me hicieron ir al puesto número uno, donde se realizaba el trámite de la visa, y yo les avise que no era el trámite por el cual había ido, que iba por otro tema".

"Estuvimos once minutos en la Embajada, yo no vi nadie que se haya quejado por algo. Hicimos la cola como todo el mundo. Esto va más allá de si había un acceso o no para discapacitados, esto es no conocer cómo trabaja la Embajada de Estados Unidos, que es igual a un aeropuerto el trato de seguridad que te dan. Es todo organizado", sostuvo.

"Me decían que no hable, que es peor, pero yo sí me voy a meter a desmentir esto, a mí no me jodan con este tema", cerró Tinayre.

Sin embargo, según pudimos averiguar, el alboroto exisitó. Vestida con una capa marrón muy moderna, sin una gota de maquillaje, a cara lavada, acompañada por su marido Marcos Gastaldi vestido con traje negro y "Nacho" Viale un elegante sport, estuvo el lunes a las a las 11.45 con exactitud.

La hicieron pasar primero y con educación hubo gente que protestó por lo que sintieron como un privilegio, ya que había personas esperando casi dos horas.

Incluso, Mirtha Legrand reiteró que su hija estuvo "unos minutos" en la embajada para la renovación de su pasaporte.

Ese es el punto: tal vez sea una modalidad que se da siempre con los famosos en todos lados, pero la queja existió, sin la menor duda. Y sin ninguna mala leche, es solo respetar la verdad, sobre todo para los testigos.

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