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Según publica el diario Crónica en su web, Alexis "Galo" Sotto, asistente de Moria Casán preso en Paraguay por la causa de las joyas extraviadas, vive horas desesperadas en el penal Tacumbú, donde fue alojado el viernes pasado.
El director de la prisión Artemio Vera contó que Galo "se mostró muy asustado, muy shockeado, muy preocupado. Temblaba como una hoja cuando llegó al penal". Añadió que lo están "cuidando" de los otros reclusos en un pabellón especial. Sin embargo, según algunas fuentes, el director del penal habría dicho a un grupo de periodistas allegados que "Galo está siendo tratado con amor", lo que algunos tomaron como indicio de violencia sexual.
En tanto, su abogada Solange Alfonso comentó con evidente preocupación a Radio Ñandutí que "este chico tiene ataques de pánico, sigue tratamientos y está pasando un muy mal momento. Le daría hasta mi casa para que salga de ahí", subrayó ante la angustia de su cliente.
Garbellano, por su parte, sostuvo que "la causa no existe más. En el Código Procesal y Penal de Paraguay existe el artículo 25 inciso 10, que dice que si hay acuerdo entre las partes la causa no existe más. Esto terminó hace un mes, cuando mis abogados firmaron un contrato confidencial con los abogados de Benítez (el joyero denunciante)", en declaraciones al programa "Quién es quién", por Radio 10.
Por otro lado, según explicó Mauro Szeta en Ratingcero, si hubo un acuerdo entre las partes, "no se oficializó en la justicia: o no se puso la plata o la jueza no lo aceptó todavía". Además, el periodista indicó que "Galo está en una cárcel de máxima seguridad, pero fue alojado en el pabellón de los evangelistas; de los detenidos que profesan esa religión, porque allí no tendría riesgo de ser víctima de delitos sexuales y estaría protegida su integridad sexual".
"La estrategia del abogado Morla, que creía que tenía el caso ganado, fracasó. 'Hagan el acuerdo que quieran pero la causa sigue adelante', le dijeron, y Moria sigue sin poder salir del país. Si sale o va a Paraguay, termina como Galo, presa. Por eso lo mandaron al chico, como un conejillo de indias. Llevaron al más pichi y lo está pagando", concluyó.
Con todo, el asistente de la diva vive horas desesperadas en Paraguay.
