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Diego Torres, Sebastián Estevanez, Ivana Saccani, Gonzalo Valenzuela, Juana Viale y María Susini, entre otros, fueron copilotos de Sébastien Loeb en un súper prime de tierra y asfalto montado especialmente en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires.
A poco de iniciarse el Rally Mundial en Córdoba, y luego del roadshow realizado frente a la Facultad de Derecho, en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires se vivió una jornada distinta, auténticamente Vip: un Co-Driving. Así, las personalidades del espectáculo protagonizaron una experiencia fascinante al compartir la butaca derecha del Citröen DS3 WRC del multicampeón Sébastien Loeb en un circuito -de 4km de extensión- diagramado especialmente que combinó asfalto, tierra, y fuertes emociones.
El matrimonio Sebastián Estevanez - Ivana Saccani fue el primero en calzarse el casco y el buzo anti-flama. El actor bajó eufórico: "Hace unos años me tiré en paracaídas, pero esto lo supera ampliamente", dijo, y le pasó la posta a Ivana que completó la vuelta muy rápido.
"Es increíble lo que se vive adentro del auto. La habilidad de Sébastien para llevarlo finito a una velocidad increíble -y pasar a milímetros de las puertas de entrada y salida–, no me voy a olvidar nunca de este domingo", expresó Gonzalo Valenzuela. Acto seguido le pidió a Juanita Viale que no se perdiera la oportunidad y le pasó el casco para que la actriz, con un sorprendente cambio de look, también se llevara su video. Las cámaras on board hicieron posible que cada invitado se llevara de recuerdo "su" vuelta junto al mejor piloto de la historia.
La impactante María Susini y Lara Ruiz -del programa "Antes que sea tarde" de América- también bajaron fascinadas del auto.
Diego Torres fue decididamente el clímax del evento. De entrada no estaba muy convencido, pero sabía que estaba ante una instancia única e irrepetible y no la desaprovechó. Bajó transformado y a los saltos: no lo podía creer.
"Es una maravilla lo que me hizo sentir Sébastien, no hay palabras para describirlo. Lo que viví esta tarde fue increíble, jamás pensé que se podían hacer esas cosas con un auto que es el mismo que tengo, con una autoridad demoledora, íbamos haciendo trompos a 200 km/h y Sébastien me explicaba cómo funcionaba el auto... es de otro planeta. Por algo es el mejor de la historia", dijo el músico, encantado.
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