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El actor británico cada vez hace menos películas y reconoce que ponerse delante de una cámara cada vez le hace menos ilusión.
"Ya me doy por satisfecho. De vez en cuando algo me llama la atención, pero si no, voy bien. No me apetece mucho seguir actuando. No trabajo mucho pero me gustan algunas cosas. Me gusta el compañerismo que se crea con la gente que trabajas. Pero ponerme delante de una cámara, no me gusta, no", afirmó el actor.
Hugh asegura que trata de ser muy realista con la gente que le pide consejo en relación al cine.
"Tengo muchos primos y amigos que me piden consejos. Me dicen: 'Quiero ser actor'. Es una enfermedad que da a algún tipo de gente, es extraño. A veces son increíblemente buenos y otras no tienen nada de talento, y no sé qué decirles a ellos o a sus padres", confesó a la revista OK!
"Lo más triste del mundo es ver a alguien a finales de los 30 años o en sus cuarenta luchando por ser una zanahoria en un anuncio de televisión. Algunas personas tienen que hacerlo, son adictos al escenario", añadió.
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