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La historia comienza con un ladrón –interpretado por Manuel Wirzt- que se dedica a estafar a jubilados y ancianos. Haciéndose pasar por un pariente o un conocido, entra a las casas de sus víctimas y les roba todas sus pertenencias.
Un día, luego de un atraco, el experto ladrón descubre junto a su secuaz –interpretada por Irene Goldszer- una presa fácil. Se trata de una señora mayor –caracterizada por Norma Pons- que confunde al ladrón con su sobrino nieto, llamado Fernandito. Así es como lo hace pasar a su casa, sin preguntarle nada y hasta accede a conseguirle algo de dinero. El ladrón no sale de su asombro respecto de lo simple que va resultarle este trabajo.
Pero lo que viene fácil, se va fácil también. El verdadero Fernandito es buscado por el mafioso local, ya que éste le ha robado una importante cantidad de dinero. Ahora, nuestro ladrón no sólo es confundido por su tía abuela, sino por el matón -Carlos Kaspar- que ha mandado a buscar a Fernandito. Dada la similitud física de parecerse a otro, el malviviente deberá enfrentar las responsabilidades de Fernandito, y esto sí que no será nada fácil.
