martes 23 de abril del 2024
DESTACADA 21-03-2011 14:40

¿Sofovich se operó para seguir fumando?

Con el pucho en la mano llegó Gerardo Sofovich el viernes a Cucina D'Onore, el exclusivo restó ubicado en Puerto Madero, donde sopló las velitas. Con aspecto de gozar de muy buena salud, pero a pocos días de su última intervención, el padrino de la televisión festejó entre sus seres queridos en una reunión para veintiseis personas.

“Estaba sentada a su izquierda y su nieto a su derecha. Nos hizo ubicar a los dos como invitados de honor” comentó Viviana Canosa, quien no quiso perderse por nada del mundo ser una de las pocas famosas que asistió al evento, y agregó que, a pesar de la intervención quirúrgica que lo llevó a estar internado en la Clínica Suizo Argentina el lunes pasado, “Gerardo comió de todo, está cien mil puntos, está en su mejor momento”.

En este sentido, la que también estuvo presente y dio testimonio de la mejoría de Sofovich fue Nazarena Vélez, quien en otro momento de su vida, lejos de las peleas y cerca de empezar un programa de radio, asistió con su marido. “Lo veo muy bien, muy solido como siempre. ¡Lo adoro!. Es mi maestro en el medio, comencé a trabajar hace más de veinte años con él, lo admiro profundamente” confesó la protagonista de "Flor de Pito".

La entrada para todos fue la misma, pero de plato principal Gerardo pidió ravioles de carne con salsa de champignon. Como se cuida, compartió el postre -creppe de dulce de leche- con la Canosa. Acompañando ese cuidado, pero por una cuestión estética, estuvo Naza, quien pidió salmón con verduras grilladas porque desde que nació Thiago hace una dieta estricta.

Los ausentes con aviso fueron el médico que lo operó, el cirujano Luis de la Fuente;  Oscar Salvi, su abogado, que estaba en cama con una gripe tremenda, aunque mandó en su reemplazo a Analía, su mujer; y Carlos Rottemberg, su gran amigo, que estaba en Punta del Este y por cuestiones laborales no pudo hacerse presente. Su nieta no alcanzó a llegar de Estados Unidos porque tenía exámenes en la Universidad.

Si bien él no le puso sal a su comida, cuentan que todos comieron mucho y quedaron muy conformes, a la par que bebieron vino Malma Malbec y Sauvignon Blanc de la bodega NQN.

Gerardo quedó muy contento con la atención del mozo, a quien le dejó una generosa propina. “Lo principal para él fue que respetaran los tiempos entre plato y plato” comentó personal del restó.

Una inyección con 200 millones de células madres ¿bastarán para que aguante el corazón de este fumador empedernido?.