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MúSICA 10-03-2011 23:50

La Ciudad recuerda a Piazzolla a 90 años de su nacimiento

El viernes 11 de marzo se cumplen 90 años del nacimiento de Ástor Piazzolla, una de las figuras cumbre de la música nacional, y la Dirección General de Música del Ministerio de Cultura porteño homenajea al innovador del tango con un espectáculo a cargo de la Orquesta del Tango de Buenos Aires, Amelita Baltar, Horacio Ferrer y la pareja de baile de Paola Parrondo y Víctor Nieva.

El espectáculo se desarrollará dicha fecha a las 21 en el Anfiteatro Eva Perón del Parque Centenario, con entrada libre y gratuita hasta agotar la capacidad de la sala.

Las entradas deberán retirarse en la boletería del anfiteatro dos horas antes del inicio del show. En caso de lluvia, el espectáculo se reprograma para el siguiente viernes 18 de marzo.

Astor Piazzolla nació en Mar del Plata, el 11 de marzo de 1921. Durante los años cincuenta y sesenta, cuando su innovación musical había alcanzado su máxima expresión, los tangueros ortodoxos lo apodaron “el asesino del tango”. Y Piazzolla respondió: “Es música contemporánea de Buenos Aires.” Pese a que su música no era radiada y sólo los pequeños sellos se atrevían a editar sus grabaciones, Piazzolla pronto se posicionó como el músico de tango más influyente a nivel internacional.

Piazzolla vivió gran parte de su niñez con su familia en Nueva York, donde desde muy joven entró en contacto tanto con el jazz y la música clásica. “Era un barrio violento, porque existía hambre y bronca”, recordaría en los setenta. “Crecí viendo todo eso: pandillas que peleaban entre sí, robos y muertes todos los días. (…) La calle Ocho, Elia Kazan, Al Jolson, Gershwin, Sophie Taulker cantando en el Orpheum, un bar que estaba en la esquina de casa... Todo eso, más la violencia, más esa cosa emocionante que tiene Nueva York, está en mi música, está en mi vida, en mi conducta, en mis relaciones.”

En 1937 volvió al país y tocó con la orquesta de Aníbal Troilo, pero su interés por la música clásica lo llevó a instalarse nuevamente en el exterior, esta vez en París, donde estudió bajo la tutela de Nadia Boulanger, quien tendrá una influencia gravitacional en su música. En 1955 retornó a Buenos Aires y formó una orquesta de cuerdas con músicos argentinos, y luego el famoso Octeto Buenos Aires, al que se considera iniciador del tango moderno (además de innovación en armonía y contrapunto, incluía por primera vez una guitarra eléctrica en un conjunto de tango).

En 1960 armó el Quinteto Nuevo Tango, que definiría su estilo musical definitivamente y sería la base de futuros ensambles. Con esta agrupación daría a conocer temas clásicos de su repertorio como Adiós Nonino, la Serie de las Estaciones (Verano Porteño, Otoño Porteño, Invierno Porteño y Primavera Porteña), La Serie del Ángel (Introducción al ángel, Milonga del ángel, Muerte del ángel y Resurrección del ángel), Buenos Aires Hora Cero, Decarísimo, Michelangelo ´70 y Fugata, entre otros.

En 1967 empieza su colaboración con el poeta Horacio Ferrer, con quien compondría recordadas obras como la operita María de Buenos Aires y la exitosa Balada para un loco. En los setenta formó el Octeto Electrónico, con bandoneón, piano eléctrico o acústico, órgano, guitarra, bajo eléctrico, batería, sintetizador y violín, mayormente integrado por músicos italianos. Su última formación sería el Sexteto Nuevo Tango, formado por dos bandoneones, piano, guitarra eléctrica, contrabajo y violonchelo.

Ástor Piazzolla falleció en Buenos Aires el 4 de julio de 1992, a los 71 años.